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* CHEMIN SCABREUX

 "Le chemin est un peu scabreux

    quoiqu'il paraisse assez beau" 

                                        Voltaire 

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Publié par VERICUETOS

Extractos de La segunda vida del Negro Adán por Julio Olaciregui
Los hombres que se comieron el primer aguacate
 
Es raro que en Barranquilla llueva un martes de carnaval.
 
El sol quemaba ese día con su resplandor de acetileno el aire de la ciudad tropical, haciendo sudar a los disfraces de muertos, viudas y otras máscaras, pero también a quienes de verdad lloraban a sus seres queridos, rumbo al cementerio del Calancala.
Esa tarde del último día de fiesta comenzaron a caer de repente unas gotas de lluvia sobre l’arena de los patios, sobre los techos, los andenes y las calles del barrio Chiquinquirá.
-- Se debe estar casando una vieja... antes de pelar el guineo quiere bailar con algún muchacho... -- se le oyó decir a Micaela, una de las mellizas, apodada “la mica” (en las esquinas le ponen sobrenombre a todo el mundo) la más supersticiosa del lugar
 
La gente suele hablar de esas bodas insólitas entre el agua lluvia y el fuego solar como un eufemismo para aceptar la muerte de los ancianos, el sueño en el que se confunden con la conciencia de la tierra.
 
En ese momento, del otro lado de Isla Verde, situada a pocos kilómetros de Bocas de Cenizas, varios amigos estaban pescando.
El Negro Adán y sus amigos tenían allí un terreno, una ranchería a la que iban con cierta frecuencia, y a veces, pese a ser tan parranderos, se escapaban de los lamentos y fandangos del último día de carnaval para pescar lebranches, pargos y bonitos.
 
-- Fue un día memorable, no sólo por aquel arcoiris sobre la ciudad a la que muchos no volvieron nunca, remember Marvel Moreno, sino porque ese día, una semana después de la muerte de Carlos Maelo, el Cabellón, Eusse y yo decidimos dejar de fumar y sepultar en Isla Verde el tabaco y la mariguana que nos quedaba.
 
Ebrios de flores y ron caña, en ese laberinto de palmeras y altos pinos, vimos el planchón funerario en el que se alejaba Carlos Maelo desde Playa Cangrejos hacia el mar.
Una nube en forma de ballena bajaba del cielo a tragárselo. Alfonso rompió el silencio
-- Quizá somos duendes, aparecidos, trasgos... la gente allá en Barranquilla nos recuerda... los visitamos al margen de todos los mecanismos de la volición, en los momentos más inesperados, fugaces, dejando un levísimo fulgor ... los franceses tienen la palabra “revenant” que de pronto me ha llovido del cielo...
 
Alfonso inventó el cuento de que nosotros éramos como los hombres que se comieron el primer aguacate. ¿A que sabía el aguacate?
¿Mañana es miércoles? A uno se le olvida lo que es una semana; el tiempo deja de contar
 
Uno es capaz de olvidarlo todo. Hasta el nombre de los días de la semana y los meses. Por eso en el mundo historial nos gusta el cuento de la Memoria
 
En Isla Verde estaba ahora lloviendo de verdad.
No era ya el febrero luminoso de los carnavales sino un primero de noviembre nublado. Un día así nació el cantante cartagenero Joe Arroyo. Un día así murió el Negro Adán. Sus almas se encontraron encima de la laguna de Luruaco.
 
-- Negro... si no sabes para donde vas no olvides de donde vienes... el héroe nace cuando muere...
--   Para joderte bicho verde, primun vivere, y después filosofare
--   Joe: por más que un tronco pase en el río jamás podrá ser un caimán...
--   La vox populi  nos quiere resucitar... te estás reencarnando... mi negrón
--   Lo único que pido antes de nacer otra vez es no volver a ser matarife de cerdos, sino ganarme la vida cantando...echando cuentos... eso es lo mejor, inventar historias... ser narrador, novelista....poeta
 
El Negro Adán fue desde niño un destripaterrones; a los siete años de una sola trompada ajustició en Ciénaga, Magdalena, a su primer cerdo, dicen que en realidad ese cochino era un político muy sucio, un ex alcalde ladrón, un matón electoral, eso fue en el siglo violento. El no quería, Nadie, Nadie, que eso se repitiera
 
Las siete potencias celestes, el espíritu burlón de las aguas, las zorguiñas, Jexú, las hadas, los ancestros mandingas, los grandes zombis, los concha-é-su madre, quién puede saber sus nombres exactos, realizaron sus deseos, nuestros deseos....
La tragedia del poeta Juan Subirats
 
En la sala de redacción del diario El Nacional-con-la-foto-del-muerto el teclear y repiquetear de las máquinas de escribir a las seis de la tarde es intenso.
El aire acondicionado nos mantiene frescos, como en pecera, rosados o verdosos, somos los “cargaladrillos”, así nos dicen a los redactores del Gran Pasquín, unos ya murieron, otros estábamos ahí a esa hora evocándolos, jamás me imaginé que me tocaría escribir sobre mis amigos, mis llaves, mis compas de trabajo, codo a codo en la sala de redacción pasamos muchos días... oyendo a veces como hoy las sirenas de la policía o los bomberos, quién sabe que habrá pasado ... ouuhhh ouhhhhhh
 
Mañe entró con las fotos húmedas en la mano.
Siempre que oía abrirse la puerta de la redacción yo levantaba como un resorte la cabeza, y asustado miraba. Esta vez era Mañe, el fotógrafo. Cuando abrió la puerta un lenguetazo caliente nos lamió desde la calle. El fogaje, el resplandor, penetraba cual dragón invisible por el vestíbulo y las escaleras del diario hasta nosotros, en el primer piso. Era una bocanada, un beso de la ciudad tropical, el aire de la Avenida del Crimen
 
A cada instante Carlos levantaba el rostro y miraba hacia la puerta. Tenía culillo. Ese miércoles de ceniza, ayer nomás, le había llegado la esquela, la carta con la amenaza, una tarjeta blanca con márgenes grises de “pésame”, la cruz, y escrito a máquina, Malparido te vamos a matar si sigues jodiendo con tus babosadas.
 
Literatura barata
 
A las doce de la noche lo ingresaron en cuidados intensivos ¿Qué pensó Juan Subirats in articulus mortis? En su agonía veía desfilar el pasado, todo este cuento ...
La melliza enamorada gritándole a los cabellones en el patio: “mi Juan es el único que se ha leído de cabo a rabo el Ulises de Joyce, nojoda ¡”
 
Con su casco verde el mensajero luctuoso parecía en efecto un moscardón. “””Vengo de parte de la vil cubana, tiene una merca sensacional  ¿ fusiles AK-47 ...? fuego ¡! Roto to to too too to pum pum””
 
Las motos asustan ahora en Barranquilla a la gente decente porque se imaginan que el hombre enmascarado, cualquier motociclista, puede ser un matón.
Ahora que se estrenó el Padrino en Barranquilla se ha puesto de moda el tipo matón electoral elegantorum en Mercedes Benz, cuello blanco, saco y corbata, abogados y médicos de mala ley, hasta donde hemos llegado virgen santa, la cosa comenzó a ponerse color de hormiga, ese es el rostro del mensajero, una hormiga, mil hormigas le comen la boca al difunto poeta Juan Subirats, y él quisiera despertarse ¡
 
-- Carlos, evite la literatura barata en sus reportajes....--  le había dicho con el ceño fruncido el director del diario, Juancho Jinete
 
Sonó el teléfono.
-- Te llaman de la cárcel de Soledad... es un preso, dice que te tiene un dato importante... quiere hablar contigo
En la cárcel del municipio de Soledad el recluso Bartolo Gómez también estaba escribiendo sus memorias sobre esa época brava
-- Le tengo un dato... yo sé quien mató al poeta Subirat....
 
El Palacio de la Fama
 
El Palacio de la Fama, la superdiscoteca futurista que abrió hace unos meses en la carrera 21 con calle Murillo, había sido una de las primeras de Barranquilla en instalar un karaoké estereofónico. En ese momento el disc-jockey, el picotero, se veía en los monitores cantando
 
            Nací en Dibuya frente al mar Caribe
             De donde muy pequeño me llevaron
             Allá en Barranca me bautizaron, y
             En toda la... Guajira me hice libre
 
A veces Subirats se perdía, dejaba de ir donde el Negro Adán,  templo del folclor barranquillero, para irse a lagartear al Palacio de la Fama.
-- Anjá pinta  ¿y qué? – le dijo Subirats esa noche a Claudio, “La Viga”, el celador de la discoteca (en las esquinas de los barrios nacen los apodos)... ¿Ya llegó el guajiro Guanulú?
-- Naranjas ¡ El man estuvo hasta tarde anoche, mejor dicho se fue al amanecer, estilo vampiro...
En ese momento llegaron en una moto Micaela y Nicolasa, las mellizas
Son unas morenas lindas de 17 años, bailarinas de planta en el Palacio de la Fama. Animan el ambiente bailando salsa brava. Sus audaces minifaldas permiten muchas veces ver sus guayucos fosforecentes...
Esa noche iban vestidas de un cuero verdoso que resaltaba sus cuerpos de culebras.
-- Anda, mira quién anda por aquí... el poeta Subirat ¡! -- Dijeron en coro.
-- Qué tal muchachas ¡!
-- ¿Dónde te habías metido?
-- Ando escribiendo... un novelón...
-- ¿Una historia de amor y dolor ?
-- Será una bomba...
El poeta sacó de su mochila arhuaca un enorme manuscrito.
-- Miren... estoy escribiendo una novela de ciencia ficción que me hará rico y famoso ¡!!  “Cocaína para Zenaida Mengele”... (“”Un testigo que se escondió detrás de una puerta diría que  vio al asesino registrar la cartera de mano de Subirats y huir de la escena””)
-- Uuuy... ¿y esa quién es? 
-- Niñas, una de las nietas del médico de la muerte, una llave de Hitler  ¡!!
-- Nojoda, poeta... zafa ¡! ¿ Te estas metiendo con eso ?¡! 
-- Zapato viejo ¡ poeta ¡
--  Zapato viejo que uso no me lo vuelvo a poner ¡! qué tema tan jodido ...¿y como así, cocaína? ¿Usted si ha probado esa vaina? Esa caspa por aquí no se consigue, naranjas, ... no la conocemos
-- Nenas, y ustedes acaso no saben que hace un siglo Freud puso de moda la cocaína en Europa ....se creía inmortal cuando la consumía. Era la panacea. Luego se dio cuenta que la droga le estaba comiendo la mandíbula y el coco... y la aborreció... ya se las leeré, si vienen a la Perla...
El poeta Subirats hizo un gesto pasándose un dedo por la nariz y entró con ellas a la discoteca.
 
El Negro Adán es como los arroyos
 
El calor tropical quemaba ya las calles del puerto de Barranquilla. La gente se levanta temprano. 
El sol en el patio con su rostro de azufre daba una pátina de oro a las hojas. Me acordé de mi padrino Darío. Los almendros y matarratones daban frescor a la alcoba donde el Negro Adán estaba escribiendo...
Gordo, alegre, echa cuento, mamador de gallo
Pantalones anchos, abarcas viejas y franelilla
 
Así lo cantaba Carlos Castillo Monterrosa. Durante medio siglo (“calcula manito cuántos habré matado”) se ganó la vida descuartizando cerdos y vendiendo chuletas con bollo de maíz blanco.
El Negro Adán es el folclor de Barranquilla, como los arroyos o el barrio Rebolo, eso dice el Nene, el Cabellón Cepeda, habla sobre mí este sábado en la página literaria del Nacional
El imita un poco al Cabellón
Estaba sin camisa en esos momentos escribiendo en un nuevo cuaderno (“él escribe a lápiz y así borra con facilidad cuando la frase no lo convence, luego Nicolasa le va pasando a máquina las hojas...” )
De repente un tremendo moscardón entró por los calados y empezó a zumbar zzzzzzz sobre su cabeza de héroe mulato
zumb zzzzzzz
Creyó oír voces
-- Secreto en reunión, mala educación zzzzuu zzuuu
-- Zuuuu Cuida de las mellizas... zzummm Maelo está sentenciado...
Trató de espantarlo con una toalla
-- Alabada sea la Negra Mariana, babalú, diosa mía, bichorro ¿qué mensaje fúnebre traes...?
El cucarrón se voló hacia el patio atraído por el olor antiguo de la sanguaza
 
Dos políticos cerdosos
 
Toda la ciudad sabía que el senador Misiael Uña Cariaca y su abogado, Marlon Chulavia, se habían convertido en unos puercos ladrones.
Oíamos sus cuchicheos y gruñidos. Parecen dos brujas en misa.
-- Taparle la boca a ese imbécil... qué se ha creído nos va a dañar el negocio o qué
El Negro Adán se dio cuenta que habían bajado la voz tan pronto llegó su compadre Maelo al patio
-- Negro maluco ¡ Qué pasa ¡ ¿Cómo está la manopla ?
-- Mijo... ya quiero dejar de matar puercos... y dedicarme a escribir... yo sé que tengo madera...
El asombroso autodidacta bembón-bembón-bembón * se había ido caminando esa mañana inolvidable por entre las acacias, pivijayes y robles para llegar hasta el Parque del Centenario, donde queda la biblioteca departamental.
Su enamoramiento por la bibliotecaria, la joven Olga, lo ha llevado a leer mucho.
La joven Olga le sonrió al entregarle por primera vez en su vida la Odisea, no joda, la del propio Homero, vaya a mamar y vuelva
-- Como estaba sudando envolví la Odisea en un plástico bendito
Leyendo ese libro nos enteramos que los hombres pueden ser convertidos en marranos, la bruja Circe les dio una poderosa droga, a los marineros de Ulises les salieron pezuñas hendidas, cerdas, hocicos, y la famosa cola de cerdo, claro.

 

 

Extractos de La segunda vida del Negro Adán por Julio Olaciregui
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