Qué es poiesis o Poesía ? por Efer Arocha
**PROLEGÓMENOS**
Borrador 1
Me propongo hacer un libro sobre el tema en dos borradores que será publicado en papel, con el objeto de compartir búsquedas con quienes es un placer la literatura y en especial la poética. También movido por acicates producto de lecturas brumosas basadas en hipótesis que se sustentan en otras hipótesis y afirmaciones que se dan por ciertas sin la menor prueba, y así pura imaginación en la mayoría de los casos. De otra parte, es también el placer que produce el adentrarse en temas periféricos sin interés para la mayoría incluidos especialistas; es ese momento delicioso de toparse de manos a bocas con registros insospechados que obligan hacer ajustes, cambiar juicios o avanzar por nuevas sendas del conocimiento.
La poiesis fue para los griegos en el periodo arcaico y un poco menos en el periodo clásico, el conjunto de sustancias exprimidas del todo versificado de una ciudad, región, país y también la totalidad de la obra de un poeta. La palabra versificada era portadora de contenidos prácticos que se convertían en herramientas cotidianas del vivir cada día. Era pensamiento que explicaba el mundo, de ahí sus enconados enojos con la filosofía que hacía lo mismo. Loa a las distintas divinidades y por esta razón se enemistó con la religión. Pedagogía en las distintas actividades del trabajo. Apologema de acontecimientos importantes comenzando por los políticos y deportivos, el poema empapaba todos los poros de la sociedad, la prueba de lo anterior se encuentra en forma directa en los mismos poetas y sus poemas, comenzado por Píndaro, el poeta del deporte. El concepto más aproximado que tenemos en español es poética.
ANÁLISIS DE LA RAZÓN POÉTICA
La materia ha sido objeto de estudio desde la antigüedad y también en tiempos menos tardíos correspondientes a grandes pensadores como Aristóteles, Platón y otros; ellos dedicaron espacio de sus descernimientos logrando hacer aportes fundamentales, que hoy nos permiten tener ideas claras y precisas del poema y sus diferentes géneros de pretéritos lejanos.
No obstante, tanto en arte como en ciencia, debe tenerse en cuenta el valor del juicio enmarcado en su época; cada estadio de la civilización reposa en columnas esenciales, cuyos valores de actuar y pensar están muy lejos o se contraponen a los estadios subsiguientes, de los cuales en su inmensa mayoría ignoramos. En lo poco que tenemos acceso presenta muchas limitaciones, una de ellas resulta ser lo incompleto que ha llegado hasta nosotros. Tomemos el caso de La Poética de Aristóteles de gran valoración y difundida en nuestra cultura; ésta es un folleto raquítico que recoge un conjunto de diversos textos de rasgos inconexos, porque la parte fundamental desapareció. Otro de los inconvenientes han sido las interpretaciones en griego antiguo de los borradores que es lo que finalmente ha logrado sobrevivir; además, el mismo Aristóteles aporta confusión al dar prioridad a unos textos y a otros no; veamos:
En La Poética de libros de bolsillo publicado por éditions Les Belles lettres páina 17, se dice que en el liceo dictaba dos cursos, uno destinado al público llamado esotérica y otro a los alumnos que terminaban la enseñanza y que era más riguroso; la parte que hoy conocemos es la menos profunda y minuciosa, con el agravante de ser apenas apuntes interpretados por distintos copistas o por las traducciones que desfiguran el manuscrito; sea por carga o interpretación de los ejecutantes. Lo que se conoce del filósofo se lo debemos a un romano quien ordenara la publicación de todo lo conocido del autor en el año 62 antes de nuestro tiempo, llamado Lucius Cornelius Sylla.
A partir de ese momento hasta hoy, poesía y poema se confunden, no obstante de ser fenomenologías diferentes. Poesía alude a lo general, mientras que poema es lo particular de la acción creativa de un poeta en su yo singular, o como se prefiera, la totalidad de su obra legada. Explicar el por qué no se ha ahondado en la diferencia, tiene muchas aristas; los poetas por diversas razones no se han preocupado por profundizar sobre su arte, apenas sí nos han legado frases o juicios breves que se enmarcan en el plano de la opinión. La filosofía, disciplina que se ha ocupado del poema, no ha logrado penetrar en su esencia, igualmente por diferentes causas; sin embargo, hay una que es fundamental, tanto el poema como las demás manifestaciones del arte son sensitivas y no especulativas como es la esencia de la filosofía.
La filosofía contemporánea, cada vez más está forzada por los avances de la ciencia y la técnica al ir al compás de éstas, realidad que le aleja de sus raíces primigeneas y clásicas sustentadas en la retórica, ésta última como expresión filosófica es hoy arqueología del pensar y no movimiento de la cognición epistémica. De otra parte hay juicios que se toman como la justeza inamovible de la verdad sensible, en razón de la personalidad que los emite, caso de Hegel que asusta a pensadores de todas las latitudes. Uno de sus análisis ha sido el dedicado a la poesía que tiene indudablemente sus aportes en lo tratado; pero al hacer un estudio exhaustivo, el lector o especialista se encuentra que es la misma tesis de Aristóteles ampliada. Retomando el tema él nos dice:
“Si, después de haber puesto en relieve las diferencias que separan la poesía de la música, pintura y otras artes, nos preguntamos en qué consiste la esencia propia de la poesía; constatamos en primer lugar que su esencia consiste justamente en los hechos que la manifestación y exteriorización sensibles de todo contenido poético se encuentran reducidos al mínimo, sino a cero... Entonces podemos objetar que las representaciones e intuiciones forman el contenido de la poesía y no serían por consecuencia…”La Poésie, Hegel, Ed. Aubier Montaigne, 1975, Paris, p.14-15.
En la anterior cita el analista o lector se encuentra, sino total, sí parcialmente, con la definición de lo que Hegel entiende por poesía, sin aludir al poema en su acepción general como categoría gnoseológica. Aquí resulta necesario dejar en claro que poesía, en su significación cognitiva, es una categoría independiente que se enlaza con otra categoría mayor que conocemos como arte; mientras que poema es igualmente una categoría general que se interrelaciona con poiesis, según Aristóteles, o poesía en la usanza actual.
En una acepción directa y corriente, poesía resulta ser un concepto general de la estética, que referencia una manifestación del arte en su modo de existir en tanto que clasificación teórica. Concepto suficiente que llena en el plano gnoseológico una primera significación fenomenológica; sin embargo, al profundizar es una idea empírica que nace del ejercicio de la abstracción como herramienta necesaria en la elaboración del juicio, consecuencia del primer paso de pensar en profundidad, puesto que en el descernimiento se presentan distintos niveles donde unos son simples y otros complejos. Al ahondar, descubrimos que poesía es una categoría de lo general, y como lo que es general, presenta su primera característica definitoria que, E. Levinas llamó: La existencia de lo inexistente analizando lo general del sujeto, Librería filosófica, J. Vrin P. 17.
La inexistencia de la poesía es real, empezando porque no puede acceder al ahí espacial, razón suficiente para que le sea negada cualquier aprehensibilidad que sí posee la nano partícula de un átomo. Ella es sólo asible porque la realiza o le da existencia el pensamiento en función de idea, involucrada en una fenomenología de la acción que produce el movimiento cognitivo, el cual es absoluta abstracción donde no hay cabida para la manifestación de lo material. Verbigracia: No es posible saber lo que está pensando o pensó una persona, si no lo expresa mediante el mecanismo de la palabra. Si menciona el término poesía estamos frente a un concepto pero nada más; un algo que es invisible y que es intocable.
No obstante, la verdadera existencia de la poesía se encuentra en la conciencia. El hecho de integrarse a la conciencia mediante el pensamiento resulta obligatorio develar que tanto pensamiento como conciencia, no son fenomenologías materiales como sí lo es todo producto arte y el soporte de pensamiento y conciencia, no siendo otro distinto al cuerpo humano, excluyendo a los animales debido a que no disponemos por ahora de la conclusión necesaria que requiere la certeza sensible para admitir otra conciencia distinta a la del homo sapiens, o las plantas que presentan un nivel rudimentario de pensamiento y conciencia como es el caso de algunas variedades de las carnívoras, las cuales no se cierran cuando son tocadas por la lluvia, maderas, hojas, piedras o insectos no digeribles.
Tanto pensamiento, conciencia y poesía son determinadas y tienen existencia por la acción material concreta. En el caso del pensamiento se sustenta en un órgano preciso, el cerebro; si éste sufre una determinada lesión, el pensar se altera o no funciona, ante lo ocurrido tanto pensamiento, conciencia y poesía dejan de existir en ese ahí individual, que es palpable y sigue siendo porque no pierde su realidad específica material de cerebro enfermo.
En lo concerniente a la poesía, la anterior afirmación nos lleva a la pregunta de fondo, si ese algo que conocemos en nuestras relaciones diarias de actuar personal y también de sociabilidad, y que deja registros en nuestras vidas, cómo puede existir en tanto que poesía. La respuesta ya está dada arriba; ella es una categoría general. No obstante lo general, no lo es por ser general, sino en la medida que es una representación, representación particular de una fenomenología que se expresa en una realidad determinada que es especificable. En poesía la representación contiene un rasgo que la singulariza, puesto que ella es representación de un opuesto, un contrario que a la vez la destruye, y ella a su vez es destrucción también para ascender a la existencia. Su contrario es el poema, que es objetivo por la realidad que contiene. Un poema es una fenomenología que se oye, se lee en el plano de lo virtual y si es en papel formando un folleto o libro, se convierte en objeto que tiene la calidad de la palpabilidad. Lo expuesto devela varios interrogantes, el más interesante es que la poesía no es versificación, poema, prosa poética o afines; ni el poema tampoco es poesía, es tanto como afirmar que un avión o los aviones son la aviación. Un segundo paso cognitivo se presenta como obstáculo del análisis, y es la negación recíproca de poesía y poema. Nos encontramos ante la belleza que brinda la acción intelectual, poesía y poema se destruyen para poder existir, el uno existe mediante el otro, como sucede en la naturaleza. El principio de negación resulta contundente; no puede haber luz sin oscuridad y a la inversa, fenomenología que podemos decirla en un verso: ¡oh oscuridad!, con la muerte que le causas a la luz, eres tinieblas.
El poema es entonces la causa de existencia de la poesía a la cual Hegel definió como el arte de la palabra, no en el sentido de una simple frase, sino en un contenido complejo. En la palabra poética se presenta la única inherencia del arte en el seno de la especie humana, puesto que es la substancia del verso. El leguaje es la materia prima de la versificación cualquiera que sea el género poético, en el sentido histórico y en el campo del poema clásico; porque el poema hipermoderno de hoy visual se sustenta en otros materiales. Lo inherente resulta ser que en el lenguaje articulado en sus diferentes idiomas, se anida una manifestación del arte en forma innata integrada a la comunicación permanente de la especie en una acción espontánea de carácter sensible; es decir, en cada individuo hay un poeta en potencia producto de una fuerza interior que aflora en el conversar en lo que se denomina idioma materno. En este acto creativo fundamental, lo que llamamos civilización o cultura, no tienen ninguna incidencia debido a que este poeta no necesita de ningún aprendizaje, puesto que su producto espontáneo puede ser meramente oral al margen de la grafía de su idioma, o ser él, extremadamente joven como en múltiples ejemplos, para convertirse en un excelente creador de versos que el tiempo ha consagrado como poemas del más alto nivel artístico derivados de la simple intuición. La calidad en el sentido formal de hoy, sí es el resultado de dominar el aspecto técnico que el género requiere, como podría ser la métrica que Aristóteles consideraba ya al analizar los distintos metros: “… por lo que es el metro y lo que corresponde al metro heroico; es decir, al hexámetro dactílico es lo que le conviene. En efecto, crear una imitación a través de un relato, utilizando un metro o varios aparecerían desplazados, pues el metro heroico es el más usado y el más amplio de todos…” 1459 b-35 op. cit.
Poesía y poema en esa manifestación que constituye una unidad la cual forma una expresión artística de contenidos estables e identificables que luego se subsumen haciendo parte del arte, registrando materiales estéticos del Ser y del Sujeto; dos ejes que hacen posible la existencia del acto creativo del individuo poeta en su yo singular, de esa percepción que resulta única, puesto que es su capacidad de aprehensibilidad fenomenológica del mundo exterior y del mundo interior que es registro de codificaciones sensitivas constituyentes de su conciencia. En cuanto al ser o naturaleza, la acción poética para construir una imagen, metáfora o una narración poetizada recurre al paisaje, las nubes, la lluvia, el mar, etcétera. No en su existencia objetiva, sino en aquello que el poeta en un acto sensible, intuitivo y empírico por ser espontáneo, lo usa como una parte de los materiales para su futuro producto creativo, en una acción de sustracción de lo real ascendiendo a lo abstracto para poder elaborar un material imaginado inaccesible a un racionalismo creciente y activo de la ciencia enunciado por Gaston Bachelard en La poética del espacio, La poétique de l’espace, Presses Universitaires de France, pág. 1.
Puesto que el análisis del arte se logra mediante los elementos que le son propios distintos a los científicos. Aquí surge un debate muy interesante planteado ya desde la más remota antigüedad respecto del conocimiento, una trilogía se enfrenta encarnizada para explicar el mundo, cada quien con las armas que les son propias, filosofía, religión y poema. En Grecia clásica los poetas gozaban de un enorme prestigio social ocupando un sitio relevante en los medios intelectuales; Platón, al igual que hoy en algunos lugares, alguien o algunos se consideran ser los propietarios del saber, no por el puro saber, sino por los dividendos que de él derivan; en el caso de la filosofía era la enseñanza , ella era manejada por contados individuos entre los cuales hacían presencia algunos poetas haciendo sentir una cosmovisión distinta sostenida por el discurso del verso a la pregonada por filósofos, la que se traducía en un efecto económico derivado del estipendio que iba en detrimento de la contraparte, fue esta la causa o razón principal para que Platón los expulse de su libro La República, siendo por un lado anécdota y por el otro dolor sublimado del intelecto. Lo indicado en el tema, es conocer un aparte del autor, “…en las recompensas eternas de la justicia, 595ª- 621b “la condenación de la poesía pronunciada en el libro tercero, va a encontrar aquí la necesaria justificación. En numerosos ejemplos, Sócrates ha demostrado que los poetas no son otra cosa que los maestros del error; lo importante de precisar es que se encuentra en la naturaleza del arte que ellos practican. Ellos son en efecto, simples imitadores…”, La República, pág. 59, Flammarion 1966.
Sin embargo, dicha disputa sigue existiendo con nuevos protagonistas; la filosofía sigue incólume, y una nueva combatiente se ha integrado, la ciencia, y para acompañar al poema se ha sumado el arte. La gnoseología de hoy empieza a perfilarse como el fruto de un pensamiento bipolar; de una parte está la ciencia que explica de manera permanente y continua el mundo; de la otra, se encuentra el arte que con instrumentos opuestos sostenidos en la intuición explicando también el mundo; es decir, es una forma distinta de conocer al Ser y al Sujeto donde el poema se implica a fondo.
En la misión, en lo que respecta al poeta, se presenta una doble realidad, de un lado está la sociedad que es lo exterior y del otro el mundo interior del Sujeto como unidad en su ahí poético: dos canteras que son la veta de los materiales del verso en este campo. Lo exterior del grupo es bastante complejo, en razón de que la sociedad es un entramado de sensaciones intrínsecas y un cableado entre ésta y los objetos, de estos últimos por razones ontológicas resulta indispensable precisar que si bien es cierto los objetos son Ser, desde el análisis cognitivo en el área del sujeto no lo son, debido a que ellos son el producto del trabajo social; es decir, la naturaleza no produce cosas. En La Poética del espacio, cuyo título a nuestro juicio es un pretexto del autor para analizar objetos, y lugares urbanos e íntimos, Gaston Bachelard, filósofo epistemólogo trata el objeto desde la perspectiva del poema: “… armario es una de las grandes palabras de la lengua francesa, la A, a la vez majestuosa y familiar. ¡Qué bello y gran volumen del soplo!, cómo obra el soplo con la A de su primera sílaba y como ella se cierra dulcemente y lentamente, uno nunca está de prisa en esa sílaba que expira, uno jamás está de prisa cuando pronuncia las dos palabras del Ser poético y la E de armario (es evidente que el autor alude a la e francesa de Armoire), que es muda, ningún poeta quería hacerla sonar, es posible que ésta sea la causa del porqué en poesía sea empleada todo el tiempo en singular” . Op. cit. pág. 83.
En cuanto al individuo, él está determinado por su realidad existencial, sea pretérita o presente, perteneciendo a un sitio y a un momento cronológico real. Si está ubicado en el pasado hizo parte de todo un conjunto que constituyó una impronta de registro indeleble de memoria cuya exigencia de la historia es la ubicación en un lugar en el tiempo y otro en el espacio; en forma precisa y delimitada en todos los órdenes con contenidos propios de la época; en la cual, el rol del arte es fundamental, en función de portador de elementos trascendentales y únicos por ser una esencia distinta a los demás constituyentes del conocimiento, en esta realidad de autosuficiencia el poema se hincha por ser veta de excepción en el registro de pretéritos sensibles que sólo son conocibles por medio de sus aportes, en tanto que parte diferente por esencia que es su singularidad tributadora al conjunto del arte para ser expresión general de él.
El poeta aborda en su acción creativa dos fuentes de las cuales extrae materiales que se funden para erigir el verso: De una parte se encuentra la sociedad, la cual está al exterior del bardo, y de la otra, existe su propia interioridad, presentando un sedimento sensitivo. Las dos vertientes son diferentes, pero tienen lazos de unidad. A este respecto Hegel en la misma dirección dice: “…entre lo general que debe ser también representado, y los individuos a través de sus caracteres y destinos, y las acciones en las que debe manifestarse bajo una forma poética, no debe haber separación…” Op. cit. pág. 41 La acción creativa, es un movimiento de abstracción de dos realidades subjetivas existentes en el grupo y en el individuo versista.
La poesía tiene su complemento en el poema, puesto que son una interrelación de opuestos que presenta en el plano del arte y de la estética, una unidad estable productora de contenidos trascendentes que dan lugar a la obra de arte, es decir, el poema imperecedero que confluye en razón de su calidad al conjunto de valores artísticos de una época, aportando elementos de memoria muy distintos a la música, escultura, pintura y demás. Aquí, tanto el poema como el resto del arte, establecen fronteras bien definidas con el conocimiento científico, por ser una forma de conocer distinta sustentada en lo objetivo. La ciencia es verdad demostrable, lógica, razón portadora de contenidos incuestionables en tanto que ella en si misma, en movimiento de ascenso aporta nuevos avances en conocer y dominar al sujeto y al ser o naturaleza. La lógica de la ciencia es el resultado del dominio que ejerce en descubrir permanentemente las incógnitas sobre el Ser y el Sujeto; mientras que el arte, resulta ser conocimiento subjetivo sustentado en lo sensitivo y fundamentalmente en el sujeto, de ahí que uno de los determinantes del arte sea la interioridad y no lo exterior como categoría definitoria, por ello es interioridad sensible que no es aprehensible como material, mientras que el de la ciencia sí. En el arte cada disciplina maneja sus propios materiales: la pintura trabaja el color, la escultura las formas y así sucesivamente. Todos los materiales usados por las manifestaciones que constituyen el arte, en su mayoría se encuentran al exterior del Sujeto, y las que están al interior, caso del mimo y la danza, son discontinuas. Por el contrario, el poema se sirve de un material que es parte del género humano, el lenguaje articulado, sin el cual la especie no hubiera podido existir, ni tampoco el individuo en el presente, en el yo soy, y, en el yo puedo serlo porque me comunico; en este hablar propio de cada persona, se encuentra el material base del verso, no como lenguaje, sino mediante los idiomas, dos fenomenologías bien distintas, una cosa es el leguaje como realidad general, y otra, que, para que pueda ser lenguaje, sólo lo es mediante los distintos idiomas, dialectos, etcétera. El poema es el fruto de un idioma específico y de una expresión cultural determinada en la memoria de la especie, que de forma brevísima trataremos de ubicar.
La primera forma del poema fue oral, lo que implica una datación. Sobre esto cualquier cosa que se diga carece de piso científico por obstáculo epistemológico; o sea, presentar la prueba de carácter incontrovertible que disipe la duda; sin embargo, podemos afirmar recurriendo al método analógico, que, en el momento que la especie accede al lenguaje articulado mediante el idioma, en ese momento nació el poema oral en su forma más arcaica siendo apenas articulación fonética y no poema en el sentido cognitivo del ayer en Grecia, o de hoy. El acontecimiento de acuerdo a los últimos avances de la antropología, etnología y otras disciplinas, puede ubicarse en una temporalidad entre 400 a medio millón de años o más. Aquí, el poema es apenas comunicación directa de la necesidad humana; trascurrieron miles de años para iniciar la separación oral, ésta sucede cuando el homo sapiens en un proceso de sensibilidad, resultado de los avances en la construcción de la civilización donde se expresa el cómo vive, el cómo siente o percibe, es lo que determina el grado de su conciencia sensible; espacio en el que aparece un registro de credibilidad, es en el momento en que empieza a cantar. El canto es la cuna del arte, momento de cualificación de la especie, primer gran paso de desantropomorfización, primera grada de ascenso de la humanización. El canto al igual que el poema son idioma, sea en su forma fónica, sea en su forma gráfica, en ese estadio la comunicación es meramente oral. La grafía es el resultado de la necesidad de resolver diversos problemas en una sociedad que es simple, pero cada vez se hace más compleja. Como este trabajo no es la historia del poema, tratamos algunos aspectos por ilustración del tema.