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* CHEMIN SCABREUX

 "Le chemin est un peu scabreux

    quoiqu'il paraisse assez beau" 

                                        Voltaire 

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Publié par VERICUETOS

 

Obra periodística en ciudad de Monterrey 

 

RevistaContemporánea, 1909

Existe una carta de Celedonio Junco de la Vega dirigida al poeta Enrique González Martínez presentando a Barba-Jacob, donde dice que Barba-Jacob lleva cinco meses trabajando como redactor jefe en El Espectador y tiene en proyecto fundar una revista que será una empresa cultural de gran interés para el arte y la cultura. El 5 de enero de 1909 Barba-Jacob fundó la Revista Contemporánea, en Monterrey, siendo su director y patrocinada financieramente por Virgilio Garza. El hecho resultó ser un acontecimiento regional porque se abría una tribuna cultural. Las personalidades locales se entusiasmaron por el suceso y los jóvenes intelectuales. También los artistas lo respaldaron incondicionalmente.

 

[…] A su alrededor se agruparon todos los escritores, poetas y artistas de la ciudad, jóvenes en su mayoría: Joel Rocha, Fortunato Lozano, Alfonso Reyes, Enrique Fernández Ledesma, Héctor González, Francisco Ramírez Villarreal, Federico Gómez, Juan B. Delgado, los hermanos Henríquez Ureña, Manuel Múzquiz Blanco, Nemesio García Naranjo, David Alberto Cossío, Carlos Barrera, Eduardo Martínez Celis, Eusebio de la Cueva, Aldo Alarcón, Federico de Lachica, Federico Allen Hinojosa, Oswaldo Sánchez, Manuel Barrero, Francisco Morales, Felipe Guerra, Aureliano Ramos… Muchos años habría de perdurar en la ciudad el recuerdo de ese, joven extranjero de aspecto quijotesco, brusco en sus expansiones amistosas, emprendedor y decidido, y que hablaba de su obra poética con una seguridad rayana en la petulancia. (43) 

 

Muchos de los colaboradores de la revista fueron intelectuales de prestigio nacional, y otros como es el caso de Alfonso Reyes y los hermanos Max y Pedro Henríquez Ureña, alcanzaron la fama internacional. La revista se imprimía en la imprenta de tipos móviles de Jesús Cantú Leal y de ella aparecieron catorce números, el último se editó el 20 de julio. En el apéndice encontramos la lista de los artículos cuya autoría pertenece a Porfirio Barba-Jacob.

Periódico Monterrey News, 1909

El Moneterrey News, como su nombre lo indica, era una publicación periodística de la ciudad de Monterrey. En ella trabajó Barba-Jacob. Este hecho es aceptado por críticos y biógrafos (44). De nuestra parte no logramos ninguna información relacionada con sus tareas periodísticas llevadas a efecto en este diario.

Periódico El Porvenir, 1919-1921

En este diario se hace necesario distinguir que con el mismo nombre se hicieron dos publicaciones diferentes. La primera en 1911 en ciudad de México, registrada por el historiador José P. Saladaña, que habla del Club Reyista, o sea del general Bernardo Reyes, amigo personal de Porfirio Barba-Jacob. El Porvenir de México tuvo una vida bastante efímera y se publicó, según Fernando Vallejo, de junio a octubre de 1911 (45). En él escribió en forma permanente Barba-Jacob. De nuestra parte no encontramos artículos o crónicas.

En otra de sus estadías en la ciudad de Monterrey, Barba-Jacob que siempre tenía proyectos periodísticos, aprovechando las divergencias políticas, logró convencer a Santiago Roel y a Galino Quintanilla, para que aportaran veinticinco mil pesos, con el objeto de fundar un periódico. El 31 de enero de 1919, salió el primer ejemplar de El Porvenir con un precio de diez centavos y con el número de edición 1001 (46), bajo la dirección de Porfirio Barba-Jacob. Los artículos que encontramos en el periódico El Porvenir se describen en el apéndice. La publicación existe actualmente.

Porfirio Barba-Jacob estuvo varias veces en Monterrey, no logramos establecer su número. Hemos hallado un escrito que se encuentra entre los textos de valor de su obra en prosa, donde el poeta  hace elogio en uno de sus párrafos a Victor Hugo, a John Keats y a James Joyce. Se trata de El Testamento de Fo-Jao que es interesante, porque revela la dimensión del conocimiento que el poeta tenía de la poesía y la pintura de otras latitudes por fuera de América. En otro de sus párrafos escribe sobre la técnica de Leonardo da Vinci y su tratado de la pintura, afirma que Delacroix era uno de sus continuadores más exigentes. Discurre acerca de la obra de Picasso y del muralista mexicano Diego Rivera. En lo que concierne a poesía hace alusiones a Paul Valérie, a Federico García Lorca, menciona a José Ortega y Gasset y también a Jules Supervielle. Hace referencia a la música clásica y dicierne sobre otros aspectos de la vida intelectual de su tiempo. Aquí es interesante el texto porque señala su presencia en Monterrey en una fecha poco conocida. Este documento también aparece en lo que se denomina sus Obras completas, de las Ediciones Académicas. Reproducimos la parte final y fotocopiamos su firma. El escrito está fechado en Monterrey el 1° de febrero de 1931. Al poeta, Monterrey lo atraía tanto como La Habana, le conservaba secretos escondidos que motivaron sus poemas y también sus tragedias errabundas.

 

[…] Lo malo fue que aquel mismo día recordé a Lessing y caí de nuevo, ¡ay! en las fatales limitaciones de la palabra, en tanto que suscitaba y desvanecía, con alterno ritmo, aquel consejo final de Pedro Henríquez Ureña sobre la eficacia imprescriptible de la musicalidad, como se halla en su sabia obra de la versificación irregular en lengua española. Y desde entonces amo la poesía.

 

Pensada en sol, vista al dehielo,

Tupida de nacencia clara…

Señala Camile Mauclair que Leonardo da Vinci, tan escrepuloso en sus procedimientos técnicos como lo atestigua su Tratado de la Pintura; y, tres siglos después de Vinci, Delacroix, no menos exigente por lo que hace a la química pictórica, rehuyeron los procedimientos ususales de pintar al fresco, porque no eran susceptibles de tanteos y rectificaciones. Sus rebuscas, demasiado sutiles, fracasaron: el tiempo ha ido borrando los colores y desvirtuando las imágenes, como en un proceso de involución hacia el limbo de donde surgieran. En cambio, fresquistas más toscos y más ingenuos han asegurado con frecuencia la integridad y la perennidad de sus obras.

 

Por desgracia, puede argüirse a esto que la gloria de la integridad y de la perennidad carece de toda importancia, y que el arte no es sino un juego, un puro juego intrascendente.[…]

 

[…] Un hecho: un “puño cerrado”. Me tocó palpitar al unísono, en el marco breve de las generaciones, con Lenin, con Einstein, con Spengler, con Marañón, con Ouspensky, con Picasso, con Diego Rivera, con Stravinski, con Paul Valéry, con Mariano Brull, con José Ortega y Gasset, con Rafael Maya, Con Federico García Lorca, con Jules Supervielle… Mi verdadera plenitud empieza ahora, más allá de las tres dimensiones. Y, a lo que parece, luz primaria y silencio polifónico inundan de nuevo el éter y señalan, delante de mí, rutas innumerables.

 

Monterrey, 1° de febrero de 1931. (47)

 

En los extractos antes citados encontramos varios contenidos reveladores para penetrar en el mundo interior de Barba-Jacob, que sólo es posible sacarlo a la superficie, escudriñando los cientos de chispazos que él emitía en su condición de poeta y de periodista. Nos detendremos sólo en un aspecto. Los detractores de Porfirio Barba-Jacob argumentan que el poeta poseía una formación intelectual superficial. En el primer párrafo antes citado, nos encontramos ante el hecho de que el poeta deja testimonio verídico de conocer a uno de los más claros exponentes del clasicismo alemán, Gotthold Ephraim Lessing, escritor, dramaturgo, teórico sobre estética, autor de Miss Sara Sampson, primer drama de realismo burgués alemán, escrito en 1755. Además Lessing fue el que introdujo el racionalismo ilustrado en Alemania y sostiene en sus teorías las limitantes de la palabra escrita. Sin embargo, lo más importante del párrafo es su testimonio acerca de la formación teórica en lo que concierne al campo poético. Reconoce lo que podríamos denominar una paternidad intelectual de su obra en lo que se refiere a la musicalidad del poema en la persona de Pedro Henríquez Ureña. Se hace necesario recalcar para comprender cabalmente la dimensión humana e intelectual de Barba-Jacob, que fue precisamente el poeta el que impulsó en muchos sentidos y abrió las páginas de la Revista Contemporánea, publicación que él dirigía, a los jóvenes hermanos Max y Pedro Henríquez Ureña, para estimularlos y animarlos a que se iniciaran en el mundo literario. Uno de ellos en reconocimiento, lo ignoró completamente en su brillante obra acerca del modernismo. Actitud que perjudicó a Barba-Jacob porque ha dado paso a dudar de sus calidades literarias.

 

En el estruendo de la capital mexicana

Porfirio Barba-Jacob llegó a la Ciudad de México por primera vez en 1908, venía en un tren procedente de Veracruz. En Veracruz permaneció un mes y había llegado allí en un buque que había zarpado de La Habana. En esta primera estadía la capital mexicana le fue totalmente adversa, porque no encontró ninguna solución para permanecer en ella y fue obligado a partir al poco tiempo con destino a Monterrey.

Gobernaba el país en forma continua desde 1884, Porfirio Díaz. Antes había dirigido a México entre 1877 y 1880. El país presentaba una relativa calma social. En 1907 hubo una huelga bastante intensa que se logró resolver con la nivelación de salarios, creación de un fondo para los huérfanos y viudas, y se prohibió el trabajo infantil (48). El país contaba con una sólida red ferroviaria de diecinueve mil doscientos ochenta kilómetros, creciendo a un ritmo anual de un doce por ciento. Tenía una red postal que cubría noventa mil kilómetros. Su servicio telefónico se situaba en el primer lugar con respecto a los otros países de América Latina. Su tasa demográfica crecía al dos por ciento; su agricultura en el rubro interno al cuatro por ciento y el sector de exportación al ocho por ciento. Existían en todo el país cinco mil quinientas fábricas de toda índole (49). Este era el cuadro material de México en el momento de la llegada de Barba-Jacob. Lo reseñamos porque la vida del poeta giró siempre en torno a dos ejes, la política y la poesía.

En torno de la política se ganó la vida ejerciendo el periodismo al mejor postor, profesión que le produjo enormes satisfacciones, tanto económicas como sociales y también fue la causa de sus desvelos y sus desgracias. La poesía fue el objeto y fin de su vida, pero fue absorbida por la actividad de ganarse el sustento.

Porfiro Barba-Jacob presenció y vivió todas la viscisitudes de la revolución mexicana, como persona y profesionalmente como periodista. Francisco Ignacio Madero que a partir de 1908 había escrito un libro en contra de la sucesión presidencial, para oponerse a Porfirio Díaz, que había sido reelegido seis veces como presidente de la República y gobernaba al país desde 1884, creó en 1909 el partido Nacional Anti-reeleccionista, para evitar que Porfirio Díaz continuara en la presidencia. Ante el ascenso electoral de Madero, Díaz urde una conspiración, lo hace encarcelar y comete un grotesco fraude en contra de Madero que había ganado las elecciones. Hay testimonios sueltos que afirman que Barba-Jacob trabajaba en su condición de periodista para la causa de Porfirio Díaz, asunto que de nuestra parte pudimos confirmar a través de varias crónicas que escribió para el entonces en distintos diarios. Inclusive, durante un periodo, dos años después de que se instalara Francisco Ignacio Madero en la presidencia de la República, fue hostil a la causa de Emiliano Zapata. El 6 de mayo de 1913 escribía así en El Independiente:

 

[…] sostendremos con entereza todo lo que constituye un deber social en virtud de nociones serias de orden y progreso, pero seremos implacables enemigos de todo lo que pretenda imponerse con la amenaza salvaje de la dinamita y el petróleo incendiario.

Un gobierno que cediera a las exigencias del zapatismo se cubriría de oprobio. Ningún gobierno civilizado puede pisotear el derecho de propiedad para aplacar las iras de una banda de forajidos.

                                                ***

Zapata no quiere tierra para regarla con el sudor del trabajo, sino para regarla con la sangre del asesinato. Este redentor de esclavos desea que haya propiedad para saquearla, que haya propietario  para exprimirlo, que haya administrador para estrangularlo, que haya dinero para robarlo. Las haciendas de Morelos son un rico filón para el zapatismo, que sabe, por experiencia de varios años, que el terror se introduce mejor que la llave en las cajas de hierro;[…] (50)

 

Madero que se había refugiado en San Antonio de Texas, hace un llamado al desconcimiento de las elecciones. El 20 de noviembre 1910 lanza para toda la población mexica una proclama insurreccional. De inmediato surgieron grupos armados en todo el país, destacándose el del norte que fue dirigido por Francisco Villa, y en el sur iniciaba la lucha en el estado de Morelos, Emiliano Zapata.

 

El propio Barba-Jacob informó de la instauración del gobierno provisional en Chihuahua, y luego en mayo de 1911, de la firma de los tratados de paz y el desarme de los revolucionarios, de la renuncia de Porfirio Díaz y la instalación de Francisco Ignacio Madero como presidente provisional, donde se designó a Francisco León de la Barra como presidente interino. El 22 de febrero 1913 Barba-Jacob se encuentra entre los periodistas que informan de la ejecución de Francisco Ignacio Madero y de José María Pino Suárez. Escribe una crónica acerca de las ironías de los destinos presidenciales sobre los cuarenta y cinco minutos de la presidencia provisional de Pedro Lascuráin y también del ascenso al poder de Victoriano Huerta. En esos días de agitación revolucionaria el periodista Barba-Jacob se encuentra en la cresta de la ola de los sucesos políticos. Escribe intensamente sobre los cambios presidenciales, opina sobre la presidencia provisional de Francisco Carvajal quien fue presidente entre el 15 de julio y 13 de agosto de 1914. Venustiano Carranza, quien se levantó en armas contra Victoriano Huerta por los asesinatos del presidente Maderos y el presidente José Maríano Suárez, declarándose constitucionalista y proclamándose jefe del ejército, lográ establecer su gobierno en abril de 1914, en la capital de Chihuahua, territorio dominado por Pancho Villa. Un hecho de carácter internacional agrava aún más la delicada situación política de México. Los infantes de la marina estadounidense desembarcan en el Golfo de México. La misma existencia de la República de México, aparece en entredicho, verdaderos días de aciagos vive el pueblo mexicano. El periodista Porfirio Barba-Jacob que se considera mexicano y un auténtico patriota de ese país, escribe así en El Independiente, sobre la situación meses antes de la invasión:

 

Dollaría tiene el móvil de pisotearnos; pero espera no podamos defendernos; tiene el próposito de uncirnos a la eclavitud de sus finanzas, pero aguarda a que estemos de rodillas; tiene la avidez de nuestras minas, de nuestras tierras, de nuestras islas, de nuestras costas, pero no quiere pasar la frontear, mientras estemos de pie, sino cuando la hemorragia de la lucha fraticida nos haya hecho rodar exámines por el polvo!

Dollaría quiere combatir, pero con cadáveres. Es el buitre que caerá sobre nuestros campos de muerte; es el pico encorvado y la garra filosa que se clavará en nuestras carnes abiertas por la metralla! (51)

 

En ese periodo de convulsión Barba-Jacob tenía una visión de conjunto de la situación mexicana y es de los pocos periodistas que desde sus columnas veían el grave peligro que se avecinaba en la frontera norte. De manera permanente denunciaba los intereses y la intención norteamericana de apoderarse de México. Barba-Jacob fue durante todo este periodo una voz incansable que luchaba por la paz entre los mexicanos. Consideraba que esa lucha interna de continuar destruiría completamente la nación. Su periodismo no se suscribe ahora al hecho de informar, ni tampoco es un periodismo de opinión. Sus columnas traspasan el campo de la expresión, sus crónicas se enmarcan en el periodismo militante, es una escritura que combate y orienta, que alerta ante el peligro, que denuncia errores, son letras que avizoran el futuro mediante la genialidad, el análisis del conflicto social, visto por él con meses de anticipación. Sus columnas son amonestadoras, sermón de la palabra política que presagia en medio de la tuburlencia de las contradicciones grupales, las posibles soluciones militares y políticas como lo veremos a continuación en el mismo artículo antes citado:

 

Es preciso que los mexicanos nos demos exacta cuenta de los propósitos siniestros de nuestros vecinos del Norte. […] Debemos detenernos en el borde del abismo; debemos terminar nuestras contiendas intestinas, debemos ligarnos las arterias rotas por donde se escapan a borbotones nuestro patriotismo y nuestra vida.

Señores revolucionarios! Pensad que con vuestras ambiciones o ideales, estáis originando una invasión fácil y breve. Pensad que no aprovecharéis vuestros triunfos: que ellos son tremendas derrotas para la civilización y para la patria! Pensad que estáis matando hermanos, que estáis dilapidando la sangre mexicana,[…]

¿Con qué fuerzas vamos a resistir a la invasión, si todas las habremos agotado en las luchas interiores? (52)

 

Como ha quedado demostrado, Porfirio Barba-Jacob toma parte en los acontecimientos. El 20 de agosto de 1914, Venustiano Carranza llega a la ciudad de México, y se encarga del poder ejecutivo, nombra ministros y gobernadores, reorganiza la administración pública, apoyado por Emiliano Zapata y Pancho Villa quienes ocupan militarmente la capital. Carranza marcha sobre Veracruz donde se encontraban las tropas estadounidenses, las que frente a las informaciones de su inminente llegada abadonaron pocas horas antes la ciudad. Barba-Jacob cubrió todos los acontecimientos relacionados con la presidencia de Carranza. Estuvo en contacto con México cuando regía la presidencia Eulalio Gutiérrez, Roque González Garza, Francisco Lagos Cházaro. Vió subir nuevamente a Venustiano Carranza, informó sobre Adolfo de la Huerta, Alvaro Obregón, Plutarco Elías Díaz Calles, Emilio Portes Gil y escribió sobre los gobiernos de Pascual Ortiz Rubio, Abelardo Rodríguez, Lázaro Cárdenas y Manuel Avila Camacho quien era presidente cuando murió Porfirio Barba-Jacob.

En esta lista hay quienes fueron sus amigos y otros sus enemigos. Sus amigos porque su pluma estuvo a su servicio, y sus enemigos lo fueron todos aquéllos por ser el blanco de sus más virulentos ataques que en ocasiones rebasaron su tolerancia y comprensión, obligándole a exiliarse algunas veces voluntariamente y en otra a la fuerza.

 

 

Obra periodística en ciudad de México

 

Revista El Mundo Ilustrado, México D.F., 1908

 

El Mundo Ilustrado, como lo dijimos anteriormente, fue una revista dirigida por un poeta. En ella escribe por primera vez en tierras mexicanas Porfirio Barba-Jacob. Nuestras investigaciones no lograron establecer la forma de vinculación con la publicación u otra información de interés; todo lo que pudimos encontrar fueron dos crónicas que especificamos en el apéndice. Sin embargo, debe tenerse en consideración que muchos de sus trabajos periodísticos correspondientes a esta época carecen de autoría, puesto que se veía obligado a desarrollar una actividad que podemos calificar de periodismo circunstancial. Esto sólo se puede descubrir siguiendo una minuciosa confrontación de estilo, el cual para el trabajo que nos ocupa resulta dispendioso y no es determinante.

 

Periódico El Imparcial, México D.F., 1912

 

El Imparcial es mencionado en varios textos de la bibliografía crítica que se han hecho de Barba-Jacob. Igualmente considerado en la biografía de Fernando Vallejo, página 82, todo lo que logramos establecer en torno de esta publicación fueron dos poemas suyos publicados en el citado diario y los que reseñamos en la bibliografía, obra periodística.

 

Periódico El Independiente, México D.F., 1913

El Independiente es una de esas publicaciones que nacen en el seno de la comunidad convulsionada por las transformaciones y cambios que ella genera en sus entrañas. En esa lucha de maderistas y antimaderistas, los diarios fueron quemados, y Porfirio Barba-Jacob en los azares de los múltiples acontecimientos de una sociedad agitada por las acciones sociales, políticas y militares, fue testigo de la liberación de los generales Reyes y Díaz, instigadores de la conspiración que acababa de triunfar.

El general Bernardo Reyes, su amigo y protector, ex-gobernador del Estado Nuevo León, apoyaba indirectamente El Espectador, donde el poeta fue su último director. Era padre de Alfonso Reyes, quien le dedicó muchos poemas a Barba-Jacob y el que pronunció en el cementerio, un discurso fúnebre de despedida el día que enterraron al poeta. Una madeja de acontecimientos coincidentes lo ligan a la familia Reyes que en la historia de México ha protagonizado muchos hechos. Porfirio Barba-Jacob fue testigo presencial de la muerte del general Bernardo Reyes cuando éste se dirigió a un pequeño grupo, que creía que lo iba a recibir, pero lo estaban esperando para eliminarlo. Barba-Jacob como todo buen periodista estaba en el lugar y tiempo preciso de los sucesos, por ello presenció el incendio del periódico maderista La Nueva Era (53). En este ambiente nació El Independiente donde Barba-Jacob escribió diversos artículos, como también furiosos y brillantes editoriales sin firma, los que pueden identificarse en los archivos de la Hemeroteca de la ciudad de México, a través de su estilo periodístico.

Utilizando el seudónimo que usara el poeta argentino Pedro Palacios, “Almafuerte”, escribió una crónica sobre el manicomio de La Castañeda, una entrevista al torero Merced Gómez y otros escritos de exigencia del momento.(54) «Almafuerte» dedicó una extensa crónica al poeta Leopoldo de la Rosa, que se debatía entre la vida y la muerte en el hospital General, a causa de una aguda tuberculosis, siendo salvado por el médico brasileño Joaquín de Oliveira Botelho. Sobre este periódico ya hemos citado apartes de uno de sus artículos relacionados con la invasión norteamericana y otro sobre Emiliano Zapata. En la bibliografía, obra periodística reseñamos las crónicas escritas por el poeta en este periódico.

 

Periódico Churubusco, México D.F., 1914

En el Churubusco se encuentra puesto el corazón de Porfirio Barba Jacob en su afecto por México. Desde esta tribuna denunció con el más profundo ahinco a los norteamericanos que habían invadido a Veracruz, y se habían apoderado de la mitad del territorio mexicano, denuncias que repetía una y otra vez. En ellas, en el tono más virulento llegó a suprimirle el cargo de Presidente a Victoriano Huerta, porque no hacía nada por detener a los invasores, y terminó suprimiéndole el grado de general; asunto que indignó sobremanera al mandatario. En la Hemeroteca Nacional de México se encuentra el número trece del diario Churubusco, cuyo título está enmarcado por dos lemas de la profesión. El de la izquierda dice: “La verdad, solo la verdad” y el de la derecha “No mirar hacia atrás”. Debajo del título hay un lema que expresa: “Diario nacionalista sin consigna oficial”, y en una letra muy pequeña se lee: “registrado como artículo de segunda clase el 9 de mayo de 1914”. En letras más grandes aparece una dirección. “Redacción y Administración: 2a. de Medinas núm 34”. Luego menciona el número de la edición y el valor de la publicación, que es de tres centavos. El periódico fue fundado por el propio Barba-Jacob. En esta edición encontramos un artículo firmado por el poeta que en tiempos de revueltas, la vida no sería suficiente para pagar tan tremenda osadía. A tres columnas y en letras gigantes se lee el titular Los sepultureros de la revolución. Transcribimos algunos apartes:

 

[…] La Revolución es un cadáver que toda la elocuencia de los grandes sofistas no podría galvanizar. Pertenece desde el 21 de Abril a la categoría de los ensueños que se derrumban en el espíritu de los pueblos, y no tiene siquiera el derecho de aspirar a que se le envuelva en las grises mortajas del olvido.

[…]

Ha muerto la Revolución porque a través de los negros lienzos de su bandera –constelada de calaveras y tibias– se vislumbran los acorazados de Washington que apuntan sus cañones hacia el corazón de la Patria.

[…]

El encumbrado mandatario de la Casa Blanca es el sepulturero de la revolución: él cavó la fosa, y Don Vetustiano Carranza y Francisco Villa bajaron el féretro […]. (55)

 

 

En el artículo del 13 de mayo, al igual que en anteriores y otros posteriores, Barba-Jacob tiene reservas políticas e ideológicas respecto del futuro de la revolución mexicana. El fondo de su pensamiento frente a este acontecimiento histórico de la vida política nacional, no expresa una posición de abierta hostilidad con los cambios sociales que se están gestando, sino una preocupación de sus convicciones latinoamericanistas en relación con la organización de la sociedad y del estado, la cual necesariamente debe marcar distanciamientos con la concepción anglosajona del vecino del Norte. La esencia de la revolución la encuentra solamente en la parte formal que emana del estado mediante la constitucionalidad y en lo que respecta a la libertad de pueblo en la formalidad del derecho al voto. En la edición del miércoles del 13 de mayo de 1914, en el Churubusco, lo plantea de manera implícita y también explícitamente, en un titular que por sí mismo lo encierra y lo dice todo,“Los ideales de la revolución y el ideal de la Patria”:

 

 […] La revolución de 1913 y 1914 quiere restaurar el cumplimiento de la Constitución, rota por los disparos de la calle de Lecumberri.[…]

Pero el triunfo de esa revolución no hará al pueblo libre, sino legalista. Entre las leyes y las libertades no hay un paralelismo absoluto. La peor de las tiranías, dijo una vez el Libertador de Colombia, es la que ejercen los magistrados por ministerio de los códigos. (56)

 

La posición de Barba-Jacob frente a los hechos de la revolución exige tener en cuenta de que el poeta fue un soldado en su país de origen, en una guerra civil donde los contenidos esenciales en el plano de lo político sólo cambian de escenario geográfico, porque son esas luchas intestinas por el apoderamiento del manejo de los asuntos públicos. Esto último puede ser la síntesis de la visión del poeta que veía en los sucesivos gobiernos de Porfirio Díaz, una especie de dictadura constitucional que había logrado para México notables progresos en la infraestructura material de la nación, como vías públicas, redes de comunicación, servicios hospitalarios, redes de establecimientos educativos y todo lo necesario que modernizaban a México de manera progresiva. No obstante, las condiciones materiales de vida de los trabajadores eran de una dura penuria, devengando salarios a nivel de la mera subsistencia. Para Barba-Jacob debió ser un horror los efectos devastadores de la revolución en el plano de lo material, los que considera injustificables ante los pocos logros conseguidos, a los que el denominaba “una locura colectiva”, producto de una maniobra, tejida entre Francisco Ignacio Madero y la Casa Blanca. En el Churubusco del 20 de mayo de 1914, hace una defensa de Porfirio Díaz y de su obra de gobierno, bajo el titular “El gran proscrito”. Su pluma airada arremete contra Madero y el gobierno de Washington:

 

[…] Sabe muy bien que la revolución de Francisco Madero no fué –a despecho de sus alharacas de libertad y sus fementidas reivindicaciones– sino la obra del cálculo de la Casa Blanca. Era menester debilitarnos, y se nos ha debilitado en la persecusión de merengue democrático, que al cabo nos supo a hiel. Ahora ya la debilidad se ha consumado; faltan doscientos cincuenta mil hombres que pudieran constituir el Ejército invasor de Texas; faltan las industrias, el oro, los ferrocarriles, el crédito[…] (57)

 

En todo este periodo de crisis social, política y militar, hemos encontrado que el periodista Barba-Jacob mantiene cierta coherencia política en tanto que analista de los convulsos sucesos. Hecho que nos llevó a interrogarnos acerca del financiamiento de toda su empresa periodística. Las sucesivas administraciones de los asuntos públicos de Porfirio Díaz, dieron espacio a que se constituyera en torno de su persona, un grupo que fue responsable de sus continuas reelecciones, muchas de ellas en contra de la voluntad del reelegido. A esto se le conoce en México bajo el término de “Porfiriato”. No hallamos pruebas que el poeta formara parte del Porfiriato o que éste financiara al Churubusco. Rastreamos en otras direcciones sin lograr ningún resultado. Todo lo que podemos decir en torno del financiamiento económico del Churubusco, es que es, el resultado del ingenio de su fundador y director.

Otro de los interrogantes que presenta su historia personal, es que considerándose mexicano y en la práctica se comportaba como cualquier ciudadano de ese país, nunca se naturalizó y no tuvo enconsideración que era extranjero. Por eso el día que le comunicaron la orden de expulsión quedó anonadado, porque realmente ignoraba que lo podían sacar del país. A continuación transcribimos sus sentimientos hacia el suelo azteca según uno de sus biógrafos, Beatriz Cuberos de Valencia:

 

Un año después fui expulsado por el gobierno de Plutarco Elías Calles, de este país al que amaba como a mi segunda patria. Pero no sabían que a mí me podían desterrar de México pero a México no podían desterrarlo de mí. Porque así, como Colombia fue “…mi niñez y adolescencia, México fue mi juventud y mi dolor…” (58)

 

Enumeramos en la bibliografía, obra periodística los pocos artículos que se conservan y que son auténticos. Uno de los asiduos colaboradores de Churubusco fue el guatemalteco Carlos Wyld Ospina, con quien huyó a Guatemala. Churubusco tuvo un trágico final, fue incendiado por la turba enardecida insitada por Venustiano Carranza.

 

Periódico El Pueblo, México D.F., 1918

Porfirio Barba-Jacob regresa a México en 1918 procedente de El Salvador. País en el cual estaba trabajando en el Diario del Salvador, con un empleo estable y bien pagado, según lo sostiene Leonardo Shafick, uno de los grandes amigos del poeta. Rafael Heliodoro Valle agrega que lo hizo por la ruta de Bélice. La información de Valle también la confirma Fernando Vallejo (59).

En 1918 México vivía los tiempos de la Revolución Constitucionalista de Venustiano Carranza. Este para afirmarse en el poder creó mecanismos informativos, entre los cuales se encontraba el diario El Pueblo, publicación reducida, pues sólo tenía seis páginas; su director era Gregorio A. Velásquez, y lo financiaba Manuel Aguirre Berlanga, personaje de absoluta confianza de Carranza y quien ocupó distintos cargos del más alto nivel en el gobierno en ejercicio (60). El lunes 18 de marzo aparece en El Pueblo una nueva columna, “La vida profunda”, de ensayos poéticos y poesía, firmada por “Almafuerte”, la que salió sin interrupción durante treinta y tres días (61).

Al analizar los textos encontramos la misma atmósfera, ritmo, giros y estilo de los aparecidos en El Independiente, firmados por “Almafuerte”, o sea, Porfirio Barba-Jacob. En El Pueblo hay artículos de opinión y crónicas que denotan y revelan un temperamento tranquilo en cuanto a expresar ideas, no así en el tono de lenguaje. Sus artículos reflejan las exigencias del periódico que los encarga, muy contrarios a los que escribe su amigo en otras publicaciones, el escritor José Vasconcelos, quien califica a Carranza de asesino, traidor y otros adjetivos del mismo corte. Lo hallado lo reseñamos en la bibliografía, obra periodística.

En las páginas de El Pueblo, Barba-Jacob se refleja como un defensor de la obra de la revolución. Un hecho que produjo un escándalo cultural y político fue el decomiso de ciertas bibliotecas privadas para ponerlas al servicio de las bibliotecas públicas que permitían el acceso libre al libro a todo el que lo deseara y que no tuviera las condiciones como adquirirlo. A raíz de esto Barba-Jacob escribe un artículo en defensa de la medida gubernamental, del que reproducimos breves extractos:

 

Los enmigos de la Revolución, los que perdieron por ella sus privilegios, o el lánguido abandono vital en que pasaban contemplándose el ombligo científico a modo de fakires, […]

[…] acusaron al constitucionalismo de bárbaro porque sus ásperos soldados destruyeron unas cuantas alfombras, rompieron algunos gobelinos y entraron a saco en una que otra biblioteca.[…]

[…] Pero la Revolución distaba mucho de ser su enemiga de las estanterías en que dan su brillo y ofrecen su acedrada miel las elegías de Tíbulo y el poema de Allighieri. Antes bien, ella traía hambre de saber. […] (62)

 

 

Periódico El Heraldo, México D.F., 1919

 

En este periódico pudimos establecer varios artículos de carácter cultural y estético sobre diferentes tópicos poéticos, y uno de interés general. No se logró encontrar pruebas en ningún otro sentido, los cuales reseñamos en la bibliografía, obra periodística.

 

Periódico El Demócrata, México D.F., 1921-1922

 

El Demócrata hace parte de un suceso significativo en la historia literaria centroamericana, porque en sus páginas Porfirio Barba-Jacob escribió una serie de crónicas fantásticas producto exclusivo de su imaginación, donde se informaba que fantasmas lanzaban objetos, hacían bailar sillas en el aire y golpeaban durante la noche a los habitantes de un edificio denominado “El Palacio de la Nunciatura” La serie se inició con un dibujo en la primera página donde aparecía un esqueleto abrazando una edificación. En las crónicas se urden hechos propios de las corrientes espiritistas de Allan Kardeck. Ellas hicieron aumentar de manera impresionante el tiraje del periódico, siendo un suceso para la lectura popular que logró transcender al campo internacional. En Guatemala el destacado escritor Rafael Arévalo Martínez, uno de los mejores amigos de Barba-Jacob, escribió un libro dedicado al tema. En este texto asegura que el Palacio de la Nunciatura quedaba cerca de la secretaría de gobierno, donde él pudo ver en la puerta los símbolos diplomáticos del Vaticano, en compañía del maestro Heliodoro Valle, Ernesto Cardenal, Wilberto Catón, Alfredo Sancho…(63)

En la realidad, el Palacio de la Nunciatura era una casona de cuatro pisos que perteneció a María Ramírez, hija de un ministro del Emperador de México, Maximiliano de Habsburgo. La acondicionaron para albergar al nuncio apostólico que jamás llegó, porque el gobierno de Venustiano Carranza, que era anticlerical, no estaba interesado en su presencia. Porfirio Barba-Jacob la alquiló y se fue a vivir allí y con su costumbre de siempre la convirtió en una tertulia literaria (64).

En El Demócrata, Barba Jacob escribe los editoriales. Hay uno muy significativo porque reivindica la memoria de un personaje que en 1913 fue bañado por la tinta de la acidez crítica del poeta. Emiliano Zapata hijo de una familia campesina de Anenecuilco, del Estado de Morelos, un advertido en torno de las injusticias que se cometían en contra de quienes trabajaban la tierra. Se convirtió por este motivo en un miembro de la Junta de Campesinos de Cuautla, primer paso de una ascendente carrera fulgurante en defensor de quienes labran el campo. Su figura de luchador popular ocupa un sitial de honor en la historia de la República de México. El día de su asesinato, cometido por el coronel Jesús Guajardo, quien lo emboscó en la hacienda Chinameca, un 10 de abril de 1919, causó una condena de la opinión pública que hizo tambalear el gobierno. Por ello, el domingo 10 de abril de 1921, para conmemorar el segundo año de su muerte, la sección editorial de El Demócrata, en un título con grandes caracteres dice: “El sacrificio de Emiliano Zapata no ha sido estéril”, seguido de un largo editorial donde se analiza sus actuaciones, méritos y aportes invaluables a la causa social de México y también a la revolución. Editorial escrito por Barba-Jacob, citamos a continuación algunos apartes:

 

[...] En nuestras últimas convulsiones intestinas, Emiliano Zapata se yergue imponente en las abruptas montañas del sur, como uno de los elementos representativos y mejor orientados para conseguir por medio de una lucha sin tregua la positiva rendición del pueblo; el patriota suriano fue inmune al esplendor palaciego, nunca despertó su ambición el viejo Palacio de los Virreyes, ni tuvo pretensiones de héroe de leyenda, ni de necesario conductor de pueblos, ni de labrar fortunas con la punta de su espada, habiendo sido el eterno ideal de su vida de luchador incansable, el repartimiento justiciero de la tierra, que era lo que […]

[…] Era un caudillo de conciencia honrada dentro de la coraza de un patriotismo saludable; con su ejército de soldados agricultores admirablemente organizado, siempre luchó con elementos propios, sin recurrir a empréstitos interiores, ni a solicitar jamás la protección del extranjero; y su causa, tirios y troyanos la reconocen después de su muerte, no fue la de la ambición, sino la del bienestar popular. Y el gran guerrillero del Sur no fue vencido por el enemigo en leal contienda bélica, fue abatido por la TRAICION, la planta maldita que ha florecido en el seno de la Patria.[…] (65)

 

Con este editorial Barba-Jacob hace justicia con quien aún seguía siendo vituperado por un sector político mexicano que lo consideraba incendiario, salteador de caminos, hiena sedienta, tal como el poeta lo dice en uno de los apartes de su editorial, para fustigar a los detractores de Zapata. Y el tiempo se ha encargado de darle razón a Porfirio Barba-Jacob, porque hoy Emiliano Zapata sigue siendo un símbolo combativo invencible. Y nuevamente recurrimos a la editorial donde se habla de la impenetrable selva del solar nativo a manera de Cayo Sempriono Graco, personaje del ideal agrario del imperio romano. Zapata sigue vivo en los corazones de los indios mexicanos que aún hoy continúan sin tierra. En otros editoriales, Zapata es un tema recurrente de Barba-Jacob, donde su pluma trabaja en beneficio de su memoria y de su gloria. Los editoriales se reseñan en la bibliografía, obra periodística.

 

Periódico Cronos, México D.F., 1922

 

Cronos fue fundado por el curtido periodista Jesús Rábago (66), quien había trabajado en múltiples periódicos y dirigido El Mañana, publicación que se oponía rabiosamente a Francisco Ignacio Madero, uno de los gestores del Plan de San Luis, que tenía como finalidad oponerse a la reelección de Porfirio Díaz. Fue presidente de la República desde 1911 a 1913, siendo derrocado y asesinado posteriormente (67), como ya lo hemos explicado antes. Cronos se fundó para hacerle la oposición al gobierno. Porfirio Barba-Jacob que tenía el prestigio de ser un periodista corrosivo e impotable en los medios periodísticos mexicanos, fue recomendado por Santiago de la Vega al señor Rábago. Desde el momento de su fundación Barba-Jacob escribió los más virulentos ataques contra la administración estatal del general Alvaro Obregón, quien sucedió a Venustiano Carranza en la presidencia de la República.

En su vehemencia enfiló su pluma contra todos los periódicos gobiernistas y luego contra el todopoderoso ministro de Gobernación, general Plutarco Elías Calles. En uno de los editoriales de Cronos, el 16 de junio de 1922, Barba-Jacob hace saber a la opinión pública mexicana, una lista de desafueros políticos y actos de corrupción que comete sistemáticamente el ministro de gobierno, como es la corrupción del Partido Liberal Constitucionalista, la compra de la Comisión Permanente del Congreso, el derrocamiento de cinco gobernadores, mediante complots políticos, los sobornos en las elecciones de 1922, y en ese orden toda la conducta censurable del ministro (68).

Las denuncias hechas a través de la páginas de Cronos contra la corrupción de la administración del presidente Alvaro Obregón, en el fondo no tenían el objetivo de destruir personalidades políticas, sino la de establecer criterios de moralidad en el manejo de la administración pública. El poeta conocía plenamente las dimensiones del cáncer de la inmoralidad administrativa en el estado mexicano. En la realidad, él fue la figura cimera de quienes consideraban que era una necesidad apremiante acabar con los manejos deshonestos; y no dudó en enfrentar el poder de la prensa al poder político. La expulsión de Barba-Jacob de México, no obedece a la intromisión circunstancial del poeta en asuntos de la política del presidente Alvaro Obregón, como lo afirman un gran número de críticos y algunos de sus biógrafos. Sobre esto hay múltiples pruebas que presentan la característica de anécdotas, como es la de Esteban Flores que en un viaje en tranvía le rogaba moderar su lenguaje periodístico (69). Lo esencial es que dos corrientes opuestas se enfrentan en los enfoques morales de los asuntos públicos. Barba-Jacob era un convencido de la honestidad que debe practicar el Estado en el manejo de los asuntos económicos, la responsabilidad administrativa y la defensa de los intereses generales de los ciudadanos. Motivo por el cual no dudó en correr los riesgos que la situación exigía. Por esto sus editoriales causaban hilaridad entre los lectores de la prensa y ganaba cada vez más espacios en la opinión pública. Los defensores del gobierno y el gobierno mismo, secretamente urdieron un plan para acallarlo. El general Calles lo decretó reo político y lo expulsó a comienzo de julio colocándolo en la frontera con Guatemala. Sus escritos periodísticos en Cronos los registramos en la bibliografía, obra periodística.

 

Periódico Excélsior, México D.F., 1931

 

Por los artículos aparecidos sobre José Mella en el Excélsior, algunos especialistas y poetas sugieren que Barba-Jacob trabajó en este periódico. Nuestras investigaciones en este sentido no establecieron nada distinto a lo sostenido por Fernando Vallejo en su biografía. Todo lo que se ha logrado probar es que él tenía allí amigos, y posiblemente por influencia de éstos le publicaron los escritos sobre Mella. Lo que encontramos lo remitimos a la bibliografía, obra periodística.

 

Periódico El Universal, México D.F., 1918-1934

 

En torno de este periódico se ha dicho que Barba-Jacob hacía artículos ocasionales. Se sabe que el 25 de enero de 1934 escribió un artículo jurídico de derecho constitucional aludiendo al licenciado Lanz Duret, dueño del periódico. No pudimos encontrarlo en las fuentes a las cuales acudimos, sin embargo reseñamos dos. “Del tiempo florido” es casi desconocido, el segundo hace parte de la colección de la selección del poeta Eduardo García Aguilar, “El presidente electo de Colombia”. Muchos amigos tenía el poeta en El Universal, Alfonso Junco, Alfonso Guillén Zelaya, Santiago Zamora, Porfirio Hernández… Los dos artículos encontrados los remitimos a la la bibliografía, obra periodística.

 

Periódico Vespertino Ultimas Noticias, México D.F., 1936-1939

 

Ultimas Noticias es significativo en la existencia de Barba-Jacob, porque en él trabajó en forma continua el más largo periodo de su vida como periodista, en un solo diario, prácticamente cinco años. Ultimas Noticias es la edición vespertina del Excélsior (70). En 1936 sólo existía en México un periódico vespertino titulado El Universal Gráfico.

Sobre la vinculación del poeta al periódico, se dice que es cofundador con Miguel Ordorica, el que desde su fundación aparece como director. Las razones que se exponen son que Barba-Jacob y Ordorica eran muy amigos desde La Habana, cuando se conocieron en 1915. Esto es absolutamente verídico porque sobre el hecho hay varias pruebas de fuentes distintas, orales y escritas. Entre las orales está la de Leonardo Shafick, muy amigo del poeta, y las afirmaciones de su hijo adoptivo. En cuanto a las fuentes escritas, éstas son numerosas, empezando porque Fernando Vallejo lo afirma en su biografía. En Centroamérica y México existen varios documentos que se refieren al activismo de Barba-Jacob contra Machado cuando estaba en Cuba, que corresponde al periodo de residencia de Ordorica en La Habana. A este último los periódicos izquierdistas mexicanos le critican su silencio ante las persecusiones de los machadistas contra los periodistas independientes de Cuba, cuando era director de El Heraldo de Cuba, y un periodista muy influyente en el periódiódico El Mundo de ese país. En las dos publicaciones colaboraba Barba-Jacob en razón de la amistad que lo unía.

En el momento en que se funda Ultimas Noticias, es necesario tener en cuenta dos hechos. Primero, Barba-Jacob ha pasado diez años en el exilio por fuera de México y regresa aquejado por dos enfermedades, la sífilis y la tuberculosis, pero además en condiciones económicas miserables que no había podido superar, no obstante de haber transcurrido seis años desde el día de su regreso en 1930. El segundo, es el que todos los esfuerzos por trabajar en los periódicos de izquierda, fracasaron.

Es célebre el incidente de la solicitud de trabajo por parte de Porfirio Barba-Jacob para trabajar en El Nacional, órgano oficial del partido Nacional revolucionario. Se presentó directamente al director, en una cita que le había concertado el secretario privado del presidente Lázaro Cárdenas, además llevaba una carta personal del mismo Presidente, dirigida a Froylán Majarrés, director de la publicación. En ese momento era jefe de redacción uno de sus grandes amigos Gustavo Ortiz. Como podemos analizar las condiciones para la vinculación al periódico no podían ser mejores. Sin embargo Majarrés, que tenía intereses secretos maniobró para impedir el ingreso del poeta a El Nacional. Sobre esto hay coincidencias compartidas entre especialistas que respaldan la afirmación que Majarrés arguye, justificando que rechazó a Barba-Jacob porque era un periodista derechista. De nuestra parte, luego de valorar los acontecimientos desde distintos ángulos, como es el hecho de que en el momento en que el poeta pedía trabajo en El Nacional, influyentes publicaciones al servicio del gobierno le reprocharan al poeta haber dirigido el Churubusco e implícitamente lo indicaban de huertista. Igualmente a Miguel Ordorica, de manera abierta se le acusaba de haber sido un periodista incondicional de Victoriano Huerta, creando una imagen de que tanto el uno como el otro eran periodistas derechistas. Pero la verdad es bien distinta en cuanto a Barba-Jacob se refiere, Froylán Majarrés, como no podía rechazar el candidato, le ofreció un salario tan bajo que era un insulto para la calidad profesional del poeta. Maniobra arriesgada porque Barba-Jacob era amigo personal del presidente Cárdenas. Finalmente resultó eficaz debido a que el poeta rehuzó la oferta de salario y por ende su entrada a El Nacional. Las razones secretas de Froyán Majarrés consistían en que él temía que la persona de Porfirio Barba-Jacob, fuera el nuevo director de El Nacional.

Tenemos entonces que a Porfirio Barba-Jacob, le son cerradas las puertas en las publicaciones en las cuales él ambicionaba trabajar. Se encontraba enfermo y lleno de penurias económicas, situación que conocía a cabalidad Miguel Ordorica. Las corrientes políticas de la derecha mexicana necesitaban de un medio de expresión contundente y eficaz para expresar sus ideas. Para lograr ese objetivo debían tener a su servicio los mejores periodistas de la prensa mexicana. Por ello contrataron a Miguel Ordorica, y éste se encargó de convencer finalmente a Barba-Jacob, a pesar de haberse resistido durante algún tiempo presentándole inumerables excusas. Lo que pudimos establecer es que Barba-Jacob recibía de Ultimas Noticias, el sueldo más alto pagado a un periodista mexicano en su tiempo. Comprobamos que su trabajo periodístico en el seno de la publicación consistía en escribir el editorial al que denominó “Perifonemas”, que es un neologismo de su invención, que busca los efectos acústicos propios de la jitanjáfora. Innovación en el texto periodístico para un editorial. En los “Perifonemas” el peridodista Porfirio Barba-Jacob se descubre y se revela para sus lectores como un analista incisivo en los problemas políticos nacionales. En el plano de lo internacional sus análisis, además de agudos, resultaron la mayoría de las veces, premonitorios. Por esa condición de editorialista, escribió sobre una variada temática, casi siempre con un atino que merece el uso del adjetivo “brillante”. Escribía también una columna titulada “Glosario de cada día”, otra llamada “La Voz del Agora” y una columna muy popular denominada “La Voz del Pueblo”, donde los lectores enviaban sus cartas; además, porque igualmente escribía con seudónimo algunas crónicas, como es el caso de utilizar el nombre de “Raymundo Gray” con crónicas de corte popular muy similares a las del Palacio de la Nunciatura. Analizando los distintos tópicos de la existencia de la publicación, si no puede calificársele como uno de sus fundadores; se puede afirmar que el poeta tuvo el rol como mínimo de cofundador, en compañía de su amigo Miguel Ordorica. En los medios políticos aparece como un periodista a sueldo al servicio de intereses políticos calificados en el lenguaje de los mexicanos de su tiempo, como de derecha. Este calificativo era propalado por los periódicos con los cuales polemizaba Ultimas Noticias. Afirmación compartida igualmente por Fernando Vallejo (71) y otros especialistas, también por especialistas en periodismo.

El tema de los “Perifonemas” es tan variado como cambiante es la situación interna de México y la política internacional. Barba-Jacob escribiendo sobre política internacional en relación a un hecho de tipo histórico como es la invasión que hizo Benito Mussolini a Etiopía, y luego la anexión de ese país a Italia, analiza el Derecho de Gentes consagrado en el Derecho Internacional, el cual ha sido reemplazado por la decisión del Duce, en Derecho de Conquista. El editorialista que no está de acuerdo, se manifiesta así:

 

[…] Y, en primer término, el Derecho de Gentes: lo ha desplazado el derecho de conquista. Ya el Duce lo expresó ayer sin eufenismo: “Etiopía es italiana”. Toda la mecánica del pensamiento neorromántico siglo XX, toda la generosa ideología que se sintetizaba en la Liga de la Naciones, la coraza sentimental con que se cubrían o creyeron cubrirse los pueblos débiles y atrasados, todo cae por tierra por el acto brutal de la victoria lograda por las armas de Mussolini. Han fenecido, han periclitado en su total ineficacia, los eufenismos de ayer. Italia necesitaba y necesita expansión, tierras de dominio; no se las pidió a la justicia convencional ni a la razón diplomática, las tomó por medio de sus ejércitos, donde creyó que la debilidad no le opondría resistencia apreciable.[…]

[…] ¿Se discutirá todavía sobre la legitimidad del pensamiento que movió al Duce, sobre su ética, sobre su justificación histórica?. A él, al Duce, a su pueblo y a los pueblos fuertes, no les importan tales discusiones; de ellas no puede salir ni una Inglaterra dominante ni una Etiopía victoriosa, lo único que puede salir de esta confirmación de que los débiles no tienen más derechos que los que quiera reconocer y sancionar el fuerte.[…] (72)

 

En el análisis que Barba-Jacob hace de este hecho hay un punto en el cual expresa sus temores sobre América de habla española, como él lo dice. Nosotros somos pueblos débiles y atrasados como los etiopíes, pueblos ricos y por esto conquistables. Pende un riesgo en el horizonte. Hace un análisis cómo una potencia extranjera podría invadir con facilidad a México, Brasil o Argentina, igualmente discierne lo difícil que será para el Duce retener y beneficiarse de la Etiopía anexada.

Otro “Perifonema” que es interesante, debido a que nos descubre el pensamiento avanzado de Barba-Jacob en materia de Derecho y Asilo, en un tema tan espinoso como era el de darle acogida al refugiado político más célebre, y por ello peligroso para la establidad interna del país que lo acogiera, por dos razones fundamentales: León Trotsky ex-comisario del pueblo, de la Unión Soviética y uno de los fundadores del Ejército Rojo y su estratega militar, teórico de la revolución mundial del proletariado, su impulsor y organizador, podía fácilmente gestar una revolución en el país que lo recibiera. La segunda se manifestaba en el hecho de que José Stalin, máximo dirigente de la Unión Soviética, amenazaba con romper relaciones, bloquear o invadir al país que lo asilara. Situación que estaba respaldada con el antecedente de su refugio en Noruega, donde se encontraba Trotsky en forma secreta, antes de partir rumbo a México. Stalin amenazó con bloquear o invadir a Noruega bajo el argumento de que Trotsky convirtiría a ese país en una base para subvertir el Estado Soviético. Francia que había acogido clandestinamente a Trotsky, habiendo sido descubierta su presencia en muy corto tiempo en el territorio nacional, el gobierno no resistió las presiones políticas internas ni externas y de inmediato negoció con Noruega enviándolo rápidamente para ese país. Cuando la Secretaría de Relaciones Exteriores, bajo la presidencia de Lázaro Cárdenas, anunció públicamente que había dado asilo al revolucionario transhumante, la noticia conmocionó a la opinión nacional, y de inmediato las fuerzas capitalistas mexicanas y la oposición al gobierno, como también los sectores de izquierda, influenciados por el Partido Comunista mexicano, se opusieron tenazmente a la decisión gubernamental. Los países vecinos reaccionaron por la vía diplomática expresando su preocupación, incluido los Estados Unidos. En semejante tempestad política interna y externa, el “Perifonema” de Barba-Jacob, aparece como la única bandera que ondea, defendiendo el derecho de asilo y apoyando al gobierno. Transcribimos algunos apartes:

 

[…] León Trotzky, el hombre sin patria de Europa, especie de judío errante de los tiempos modernos, a quien numerosos países han cerrado sus puertas y otros han expulsado tras unos breves días de acogerlo, puede venir a México. Tal lo ha hecho saber la Secretaría de Relaciones, por acuerdo del Presidente de la República. Quiere decir, pues, que el derecho de asilo consagrado y afirmado en la tradición de nuestro país, no es forma espectral, vacía, sino realidad viviente.[…]

[…] Así, de par en par, están las puertas de México para el compañero de Lenin en la gran revolución rusa, para el organizador del primer ejército rojo, para el formidable revolucionario de integridad diamantina, tan digno de respeto por su inteligencia como por sus convicciones como por sus infortunios.[…]

[…] Con esta determinación, estrictamente apegada a la ley y a la tradición más noble del México liberal y humano, el Presidente Cárdenas ha dado una prueba más de que no lo corroen vanos temores, y, sobre todo, de que es el ejecutivo. Ya se ha opinado libremente sobre Trotzky; Cárdenas dejaba opinar; pero a la hora de la acción, él dijo la palabra última.[…] (73)

 

Es necesario decir que en el revuelo político, los comunistas y las organizaciones obreras y populares, amenazaban al presidente Lázaro Cárdenas con retirarle su apoyo si asilaba a Trotsky. La derecha y la izquierda coincidían en el mismo objetivo. El poeta combatió a unos y a otros en el editorial que venimos analizando y también lo hizo sistemáticamente en otros artículos. Cuando estos mismos sectores ya calmados, iniciaron una campaña en menor intensidad para exigir su expulsión. El poeta defendía la posición del gobierno y el derecho de Trotsky de permanecer en México.

En los “Perifonemas”, el poeta se bate defendiendo lo que a su juicio considera las causas justas, o aquello que es motivo de preocupación para los interses de las naciones y los pueblos, inquietud que era transgeográfica. Es por esto que a Porfirio Barba-Jacob le prepocupaba la situación política, social y económica por la que atravesaba Francia en 1938, bajo el gobierno del Frente Popular presidido por Léon Blum. Sus dudas se manifestaban en el hecho que corriera el mismo peligro al cual se vio abocada España republicana, Alemania nazi o Rusia Stalinista. Barba-Jacob se identificaba con la línea policlasista seguida por la revolución mexicana. En un título inusual, “Dios salve a Francia”, empieza su análisis sobre la situación francesa. Citamos algunos apartes:

 

[…]No sabemos si a la hora en que haya empezado a circular esta edición de ULTIMAS NOTICIAS, caería ya el gobierno del Primer Ministro Léon Blum. Caiga o siga tambaleando al impulso del huracán de pasiones que conmueven a Francia cada día más intensa y más peligrosamente, lo grave está en las manifestaciones de anarquía y de exhaltaciones que ha acompañado este tambaleo.[…]

[…]Se presume que el Senado negará al ministro las facultades que demanda, y ello basta para que diez mil izquierdistas exhaltados marchen sobre el Palacio del Luxemburgo para ejercer coacción sobre el Senado, y chocan entorno del edificio con la policía y se produce un verdadero combate.[…]

[…]Y todo esto, bajo un gobierno de Frente Popular, con un líder como Blum, cuya identificación con las ideas revolucionarias radicales no es de ahora, y dentro de un régimen de reformas sociales en marcha, que aseguran la esperanza de la justicia social. ¿Qué quieren, pues, los izquierdistas franceses?[…] (74)

 

Barba-Jacob analiza otros aspectos del conflicto como las amenazas de que fuera objeto el Senado por un grupo de manifestantes, los factores económicos presentes en la baja de la producción industrial, pero sobre todo la devaluación vertical del franco, recalcando sobre las similitudes entre España y Francia.

Porfirio Barba-Jacob que fue un romántico filosófico de la vida práctica, y por ello un provocador contumaz, se reclamaba ser y pertenecer a los pueblos vilependiados y perseguidos universalmente. En América Latina siempre han existido grupos o corrientes opuestas al pueblo judío, la región tiene sus propias particularidades en este sentido. No por ello podemos calificar o afirmar que el pueblo latinoamericano sea antisemita o racista. Nos detenemos en esto, sólo porque es necesario para comprender la posición asumida por Barba-Jacob, en los momentos díficiles en que los judíos perseguidos por los nazis, deambulando por el mundo se les rechazaba en todas partes. Barcos colmados de mujeres, hombres, viejos, jóvenes y niños que huían de las persecusiones esperaban una aceptación de puerto en puerto. Eran los días en que el antisemitismo había tomado proporciones de exacerbación. En México los grupos contrarios a los judíos para 1938, se habían convertido en una corriente que presionaban al gobierno para impedir su acceso al territorio nacional, habían salido a la superficie, como lo anota el poeta en uno de sus “Perifonemas”. Se expresaban mediante planfletos calumniosos, consignas en los muros y otros medios de propaganda. Una parte de los sectores económicos y la prensa se habían sumado a la causa del rechazo. El poeta, que posiblemente es de origen judío, toda la vida con gran orgullo decía pertenecer a este pueblo, afirmaciones siempre orales y en el mundo de la bohemia, sin embargo, nosotros encontramos varios documentos donde se refleja una convicción y sinceridad en la cual el poeta defiende plenemente la causa judía. Reproducimos apartes de un “Perifonema”, del 9 de septiembre de 1938:

 

[…] La persecusión contra los judíos, tan antigua como la historia de esa raza, pero a la cual han venido a darle caracteres de crueldad e injusticia excepcionales las disposiciones de Hitler y Musssolini, constituyen hoy uno de los grandes problemas del mundo: desde el punto de vista de los derechos humanos y desde el punto de vista del interés de las naciones a donde aquellos perseguidos habrán de dirigirse, pues en alguna parte han de morar.[…]

[...] Nos resta condenar, con toda nuestra energía, la persecusión implacable que se lleva a cabo en Europa contra hombres de la raza semita que representan verdaderas cumbres de la inteligencia humana o que son, cuando menos, cultos, modestos e incansables trabajadores de la ciencia y las artes. Tal inquina no puede tener justificación en ninguna conciencia honrada, y una civilización que persigue a un Einstein se abofetea asimisma.[…] (75)

 

Semanario ASI, México D.F., 1941

Su colaboración en esta revista se encuentra claramente establecida en las cartas que el mismo Porfirio Barba Jacob le dirigiera a su amigo, Juan Bautista Jaramillo Meza. En ellas le cuenta de su enfermedad y de sus actividades en la publicación, detallándole que le fue ofrecida la dirección, la que no aceptó por motivos de enfermedad. Escribía “Perfiles de la Semana”, que era el nombre de su página, en ella analizaba los hechos más sobresalientes transcurridos en ese lapso de tiempo. Aprovechaba para recordar efemérides olvidadas o desconocidas por sus lectores. Emitía juicios sobre temas velados y otras veces evocaba hechos sobre países, regiones, ciudades o personas que hacían parte de su cariño o de sus desafectos. En la semana corrrespondiente al 14 de julio de 1941, Barba-Jacob fustiga a todos los que colaboran con Alemania y exhalta la dignidad, el patriotismo y el valor de la resistencia, calificando al general Carlos de Gaulle como un ejemplo de insumisión y de dignidad. En cambio sobre el mariscal Petain, escribe:

 

[…] Mientras el mariscal Petain –glorioso soldado de ayer, víctima hoy del reblandecimiento senil– proscribe toda manifestación popular y aun todo acto individual que pretenda recordar el principio de la trágica epopeya, los franceses que no aceptan la humillación de la coyunda germana se han agrupado a la sombra de su bandera [...] (76)

 

Otro es el tono que emplea para escribir sobre la resistencia, se percibe la sensación de que quien escribe es un patriota francés. Transcribimos el primer párrafo con el cual empieza el artículo que es el mismo en el que alude a Petain:

 

Este año no se commemoró el 14 de Julio, día simbólico de la Revolución, ni en la Francia ocupada por los invasores ni en la Francia de los Petain, los Laval, los Weygand y los Darlan. En cambio, en la Francia libre, que no es territorial sino espíritu y que, ahora como antes de la noche hitleriana, se haya dispersa por todos los ámbitos del mundo y palpita y anhela donde quiera que haya un hombre libre, la conmemoración de la toma de La Bastilla se ha efectuado con inmarcesible entusiasmo, no exento de amargura, y con una sinceridad que acaso no llegó animarla ni en los grandes desfiles de París, en los días más gloriosos de la República. (77)

 

Como es evidente el artículo, el poeta lo escribió en plena guerra y murió poco tiempo después sin conocer el desenlace del conflicto bélico. Su significación es importante para comprender su pensamiento, pero más que todo, es una muestra del fervor que tenía por las causas que correspondían a sus convicciones políticas, a la visión de los acontecimientos y a sus predilecciones por determinados pueblos y naciones.

 “Perfiles de la Semana” fue una página que apareció regularmente desde el 18 de enero de 1941 hasta el 2 de agosto del mismo año, con sólo dos excepciones: el 1° de marzo y el 12 de abril. Estas dos fechas están confirmadas en la página cuatrocientos setenta y cuatro de la biografía de Barba Jacob escrita por Fernando Vallejo, en su segunda edición, revisada por el autor en 1997 (78). Los artículos que hemos logrado encontrar de los distintos números de la publicación están en la bibliografía, obra periodística.

 

REFERENCIAS

 

43) Archivos de El Porvenir, Monterrey, México, 2001.

44) BARBA JACOB Porfirio, Obras completas, op. cit., pp. 354-355.

45) KRAUZE, Enrique, Porfirio Díaz Místico de la autoridad, México: Fondo de Cultura Económica, primera edición, 1987, pp. 100-106.

46) Ibid., pp. 107-115.

47) BARBA-JACOB, Porfirio, “Delenda est Zapata”, in El Independioente, México: 6 de Mayo de 1913.

48)BARBA-JACOB, Porfirio, “Dollaría cuenta su oro y pesa nuestra carne”, in El Independiente, México: 18 de Mayo de 1913.

49) BARBA-JACOB, Porfirio, “Dollaría cuenta su oro y pesa nuestra carne”, op. cit.

50) VALLEJO, Fernando, Barba Jacob – el mensajero – biografía, op. cit., pp. 94-103.

51) Ibid., p. 98.

52) BARBA-JACOB, Porfirio, “Los sepultureros de la revolución”, in Churubusco, México: 9 de mayo de 1914. El artículo está firmado con el seudónimo de Ricardo Arenales.

53) BARBA-JACOB, Porfirio, “Los ideales de la revolución y el ideal de la Patria”, in Churubusco, México: 13 de mayo de 1914. El artículo está firmado con el seudónimo de Ricardo Arenales.

54) BARBA-JACOB, Porfirio, “El gran proscrito”, in Churubusco, México: 20 de mayo de 1914. El artículo está firmado con el seudónimo de Ricardo Arenales.

55) CUBEROS de VALENCIA, Beatriz, Porfirio Barba Jacob, op. cit., p. 15.

56) VALLEJO, Fernando, Porfirio Barba Jacob – el mensajero – biografía, op. cit., p. 152.

57) GARCIA AGUILAR, Eduardo, op. cit., p. 8.

58) Archivos del periódico El Pueblo, México D.F.,

59) BARBA-JACOB, Porfirio, “Las bibliotecas”, in Diario El Pueblo, México: 25 de Mayo de 1918.

60) GUILLEN, Fedro, Barba Jacob, El hechizado, Guatemala: Ediciones del Organismo Judicial de Guatemala, 1a. Edición, 1991, pp. 87-90.

61) […]El seis de agosto en la noche Toño Salazar llegó a visitar a Arenales “con el ánimo de que leyéramos juntos algunas páginas mías dedicadas a Hispano América”; luego llegó Leopoldo de la Rosa, luego el joven Cotto “y con él cuatro artistas hispanoamericanos que suelen visitarme”: venía exultante, dando la noticia de que había compuesto unos versos elogiados por González Martínez, quien a punto de partir para Chile le alentaba a perseverar en el noble ejercicio de la poesía. Dijo esto y se retiró a la cocina –al sitio adaptado como cocina– a preparar un chocolate. Los que se quedaron en la sala embebidos en la conversación oyen de súbito un tremendo alarido, e irrumpe ante ellos una figura corpulenta cubierta con una capucha, maldiciendo en latín: era Cotto el angelito travieso, que los estaba asustando…Disuelta la reunión a la una de la mañana Cotto se quedó a dormir, como tantas otras noches antes “en un lecho improvisado en la antesal”, dice Arenales. Y éste, plácidamente, con un libro de geología y su manía enciclopédica se metió en la cama. Al empezar a leer empezó el prodigio: a levantarse en el aire y a volar en una danza frenética todos los objetos y muebles del vasto salón: floreros, libros, cuadros, almohadas, trajes, lápices, mesas, sillas, todo volaba entre el tintineo de los hilillos de vidrio de una lámpara colgante y el angustioso batir de las puertas.[…]. VALLEJO, Fernando, El mensajero – biografía, op. cit. pp.177-178.

62) BARBA-JACOB, Porfirio, “El sacrificio de Emiliano Zapata no ha sido estéril”, in El Demócrata, México:10 de abril de 1921.

63) Hemeroteca de México, 1er. ejemplar, martes 13 de junio 1922.

64) CUMBERLAND Charles C., Madero y la Revolución mexicana, México: Siglo XXI, 1977, pp. 41-90.

65) BARBA-JACOB, Porfirio, “Una interrogación angustiosa”, in Cronos, México: 24 de junio de 1922.

66) […] Díaz antes se lo encontraron Esteban Flores y su hijo Jorge en un tranvía. Durante el trayecto, a propósito de sus violentos editoriales en Cronos, Esteban Flores le aconsejó mayor prudencia recordándole que como extranjero no debía intervenir en los asuntos del país. Arenales, muy enojado, descendió del vehículo y en tal momento terminó la vieja amistad que los unía. No habrían de verse más: poco después Arenales fue desterrado de México, y la muerte de Esteban en 1928 impidió el reencuentro. Dice don Jorge Flores que años después volvió a ver al poeta: cuando ya se llamaba Porfirio Barba Jacob y era editorialista de Ultimas Noticias de Excélsior, pero para entonces el antiguo amigo de su padre no lo saludaba, o bien porque lo había olvidado, o bien porque disgustado con él seguía guardándole rencor. Por los días de la expulsión también se le encontró Fernando Ramírez de Aguilar: entraba en un café cuando oyó que lo llamaba Arenales: “Felicíteme –le dijo–: desde ahora soy materia fusilable…” Se refería a que había pasado de la calidad de “expulsable”, la de los simples extranjeros a quienes cuando estrobaban se les mandaba a la frontera, a la de “fusilable”, la de los mexicanos a los que con un rifle 30-30 se mandaba al panteón. VALLEJO, Fernando, Barba Jacob – el mensajero – biografía, op. cit., pp. 204-205.

67) VALLEJO, Fernando, El mensajero - la novela del hombre que se suicidó tres veces, op. cit., p. 315.

68) VALLEJO, Fernando, Barba Jacob – el mensajero – biografía, op. cit., 372-378.

69) BARBA-JACOB, Porfirio, “Los derroteros de la historia”, in Vespertino Ultimas Noticias, México: 6 de mayo de 1936.

70) BARBA-JACOB, Porfirio, “Trotsky y el derecho de asilo”, in Vespertino Ultimas Noticias, México: 7 de noviembre de 1936.

71) BARBA –JACOB, Porfirio, “Dios salve a Francia”, in Vespetino Ultimas Noticias, México: 8 de junio de 1938.

72) BARBA-JACOB, Porfirio, “El problema judío”, in Vespertino Ultimas Noricias, México: 7 de septiembre de 1938.

73) BARBA-JACOB, Porfirio, “Perfiles de la Semana”, in Revista ASI, N° 36, México: Julio 1941.

74) BARBA-JACOB, Porfirio, “Perfiles de la Semana”, in Revista ASI, N° 36, México: Julio 1941.

75) VALLEJO, Fernando, Barba Jacob – el mensajero – biografía, op. cit., 374.

76) MEJIA, José, “Para olvidar a Porfirio Barba Jacob en ‘El hombre que parecía un caballo de Rafael Arévalo Martínez’”, in El hombre que parecía un caballo y otros cuentos, Madrid : Ediciones Unesco, colecció Archivo, 1997, p. 352.

77) BARBA-JACOB, Porfirio, “La expulsión del general Calles”, “Perifonemas”, in vepertino Ultimas Noticias, México: 2 de Junio de 1936.

78) CEREZO DARDON, Hugo, Porfirio Barba-Jacob en Guatemala y en el recuerdo, Guatemala: Editorial Cultura,1995, pp. 45-46.

 

                                     SUITE :  Porfirio Barba-Jacob, periodismo México, suite 4

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