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* CHEMIN SCABREUX

 "Le chemin est un peu scabreux

    quoiqu'il paraisse assez beau" 

                                        Voltaire 

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Publié par VERICUETOS

                                                          Palabras liminares

100 1938

                                                                                  Graciela Maglía, escritora y poeta.

   La necesidad de emprender una edición anotada  de la obra selecta de Candelario Obeso y Jorge Artel obedece al propósito de divulgar las expresiones literarias del patrimonio nacional en su particularidad y diversidad. La inscripción de voces otras en el campo literario colombiano, lejos de producir disonancias en el escenario de las letras canónicas, contribuye a configurar el perfil plural del país con notas inéditas.

 Una empresa de esta envergadura debe estar bien armada, por una parte, en contra del prejuicio lingüístico que desde la óptica purista ha privilegiado el español estándar y ha impedido apreciar el valor de  las lenguas dialectales nacidas en el encuentro de culturas que tuvo lugar durante la conquista y colonización de América, como es el caso de la variedad Caribe del español de Colombia; por otra,  en contra del prejuicio regional, que siempre privilegia el centro en desmedro de la periferia y, por último, en contra del prejuicio colonial, que desde una mirada blanca ha exotizado las producciones artísticas  y culturales de los grupos subalternos y las ha  juzgado, en una falacia ad hominem, por su procedencia étnica , clasificándolas como folklore local y no como  objeto de arte pluridimensional.

 En este tipo de publicación, el editor se vuelve traductor cultural que guía al lector para que no sucumba en los laberintos de la diferencia, del neologismo, de la variación lingüística y el uso literario de la lengua vernácula. Porque el poeta es un vocero lúcido de su comunidad, que ofrece respuestas artísticas a la encrucijada socio-histórica que le ha tocado en suerte vivir, es que la literatura se convierte en una vía de expresión única que, detrás de la metáfora, en la síncopa del ritmo, en los meandros de la anécdota o el peculiar perfil de un personaje ofrece  una síntesis cultural desde una evaluación ética y cognitiva de la historia.

 En este orden de ideas, la publicación de esta versión anotada oficia como puente literario entre dos culturas históricamente antagónicas: el Caribe y los andes y, en tal sentido, debe allanar las dificultades que plantea para el lector del resto del país e inclusive de otras áreas del español de América, el uso poético de la variedad dialectal Caribe -especialmente evidente en la obra de Candelario Obeso y ocasional en Jorge Artel- que inscribe a través de su lengua rica en elisiones consonánticas, metátesis vocálicas y léxico regional el legado de una nación cultural de cardinal gravitación en el país, como lo es la nación afrocolombiana.

 Proponemos la edición de una selección poética de dos autores afrocolombianos cuya poesía  tiene un valor artístico indudable, pero también un valor antropológico y etnográfico, puesto que registra la voz de la región Caribe o Fluviominense Costera, así como de la minoría afrodescendiente que  ha aportado al perfil cultural de la nación el sabor, el color y los acentos de un mundo que desde los andes capitalinos  puede parecer remoto y ajeno y que sin embargo es tan nuestro  como la cumbia, el carnaval, el mapalé y el realismo mágico.

 La escogencia de Cantos populares de mi tierra en medio de la nutrida obra de Candelario Obeso obedece a que por una parte, este poemario responde a un propósito artístico y político manifiesto del autor: el de registrar poéticamente el mundo que Orlando Fals Borda ha llamado de la “cultura anfibia”  de la Depresión Momposina, expresado en su variedad lingüística propia: el dialecto semicriollo del Caribe, e inscribirlo precozmente en el campo literario colombiano decimonónico. Por otra parte, esta obra es pionera dentro de la literatura de las afro-reclamaciones, dado que pone de manifiesto  los problemas de la nación afrocolombiana y los hace conocer en el resto del país. Así considerado, Candelario Obeso se puede leer como un doble adelantado: de la poesía negra en Colombia  y de la emergencia de la periferia contestataria frente al centralismo del país.

 Por otra parte, la selección de Tambores en la noche de Jorge Artel para esta edición responde al propósito de difundir la obra maestra del poeta cartagenero a la luz de su significado cultural, artístico y político revisitado desde el debate contemporáneo, especialmente los Estudios poscoloniales y Afrolatinos, de modo que se pueda incluir el capítulo colombiano en el debate internacional sobre el tema de África en América.

 Por último, esta  edición anotada tiene el propósito de orientar al lector común en la tarea de entrar a otro mundo a través de los cauces de una  expresión lingüística diferente –como ocurre con la variedad dialectal caribe del español de América que utiliza Obeso, la cual tiene rasgos fonéticos y morfosintácticos peculiares, así como incursiones en un léxico regional. Es importante señalar que el autor hizo un uso intencional de este registro lingüístico como recurso expresivo pero también como forma de proporcionar a la Depresión Momposina presencia política en el país.

 De este modo, las notas a pie de página cumplirán una función de diccionario para el lector común del resto del país, aclarando las equivalencias fónicas, los registros ortográficos y las cuestiones léxicas que se distancian del español estándar. Por otra parte, los estudios liminares estarán dirigidos a mirar esta poesía a la luz de las teorías contemporáneas así como a combatir el estereotipo desde el cual se ha mirado muchas veces la llamada “poesía negra”, a partir de la comprensión de los procesos históricos y socio culturales que están implicados en la literatura

 

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