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* CHEMIN SCABREUX

 "Le chemin est un peu scabreux

    quoiqu'il paraisse assez beau" 

                                        Voltaire 

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Publié par VERICUETOS

Le roi est nu (Ionesco), la « Bataille de France »: « Covid-19 », la bio-política y el Estado de excepción « maintenant »…
                                           *Por Mario Wong, escritor peruano*

…toda la belleza de un mundo en ruinas. 

Anónimo, Nuit debout

 

(…) Admitirse como sobreviviente es una tarea tan dolorosa como inútil. Por eso la postergamos y así hemos llegado a la situación en que nos encontramos hoy.

Rodrigo Fresán, Historia argentina

 

De esta fiesta mundial de la muerte, de esta mala fiebre que incendia en torno de ti el cielo de esta noche lluviosa, ¿se elevará el amor algún día?

Thomas Mann, Der Zauberberg                                         

A Michal W., siempre,

 también, a Rosa E. W.

In memorian Leonard Cohen

 

La catástrofe es, actualmente, un estado permanente; no es solo la catástrofe de la violencia política y del horror de la historia, que caracteriza el siglo pasado en su conflictividad ligada a la existencia de bandos, partidos, frentes políticos ligados a tal o cual ideología (clasista o « no-clasistas »; más bien éstas, con los efectos de la mundialización resultantes de la crisis de los estados naciones y de la quiebra del pacto o « contrato social » de las políticas económico-sociales providencialistas, que trajo consigo el desempleo masivo y los flujos migratorios, están de vuelta con los movimientos de extrema derecha nacional-populistas; casi en todos los países europeos, sobre todo los de Europa del Este; está, también el Brexit, antes la elección de Trump, y en Latinoamérica de Bolsonaro, en el Brasil, y la caída y huida de Evo Mor…, en Bolivia). No hay que olvidar que el presente siglo se inicia, según varios historiadores, con el derrumbe de las torres gemelas del WTC el 9/11, a causa del triple ataque terrorista de grupos islámicos (Ben Laden y la red de Al qaeda), que daría pie a la declaración de guerra de «Bush junior» contra el «eje del mal». El «Covid 19», por «otro lado», tiene que ver con el bio-poder (el «bio pouvoir», ese concepto tan caro de Michel Foucault –Surveiller et punir, Le pouvoir de la bataille,… , en cuanto al análisis de las bio-políticas concierne), y otro tipo de guerra, que lleva a los estados, a nivel mundial, a recurrir al Estado de excepción. Hay demasiada confusión que nos impide ver…, too much confusión!

La catástrofe mundial ya ocurrió (aunque todos estuviésemos esperándola, y es por eso que siempre la postergábamos; es así como nos encontramos en la situación actual); hace mucho tiempo que soplaba un aire verdaderamente pestilencial, y ¡solo los idiotas no querían darse cuenta de ello! No hay límites en la bajeza con respecto al trato que les otorga a los sujetos el sistema capitalista, (la cuestión de winners & lossers, no está por nada en la ideología y sola «moral», les profits, de la omnipotencia del mercado globalizado. Chiste: «los capitalistas no sólo buscan beneficios, sino que también emplean su tiempo a buscar conocimientos»; lo cual, por lo demás, es cierto, pero…, ¿los grandes cap…, de las finanzas, van a…, maintenant que…?). El filósofo alemán Peter Sloterdijk ya había sonado la alarma: en términos de dinámica procesal, el «mundo del futuro» podría aparecernos como un «parque de domesticación» humana, un campo de concentración inmenso (los cuartos de gasificación y los hornos de incineración, con sus relentes deletéreos, no estarían ausentes…; Abril rojo, noir…, aunque…). El único desafío, a todo esto, del sistema concentracionario (las tecnologías cibernéticas de punta lo hacen posible y…, las masse media…; un mundo a lo H.G. Wells, A. Huxley, Phlipps K. Dick, Norman Spinrad…), mundial, sería la reconstitución integral de las premisas de la vida desde el corazón de lo irrespirable. Alternative: Desobediencia civil, para deshacerse de todo un…

II

La guerra no conoce treguas - ¿Dónde leí eso (no lo recuerdo)? El escritor no puede, jamás, abandonar el frente de combate; sobre el combate que libra el hombre, Kafka tiene una parábola: «Él tiene dos antagonistas: el primero lo empuja atrás, desde los comienzos. El segundo bloquea la ruta frente a él. Él lucha con los dos, ciertamente, el primero lo sostiene en su combate contra el segundo, que lo sostiene en su combate contra el primero, pues él lo empuja hacia atrás. Pero, esto no es así sino teóricamente. Pues no hay solamente dos antagonistas en presencia, sino también él mismo, y ¿quién conoce realmente sus intenciones? Su sueño, sin embargo, es que una vez, en un momento de descuido -y será necesario, de seguro, una noche más oscura que nunca, nos dice Kafka-, él abandone la línea de combate y se eleve, debido a su experiencia de la lucha, a la posición de árbitro, sobre esos dos antagonistas, en el combate del uno contra el otro» (1). Me sumerjo en las profundidades tenebrosas -escribir es, siempre, « …  atreverse a lanzarse al abismo» (R.B.)-, y continúo a percibir los prismes de…, los cubos del…, las aristas que…; y la agotante danza de la muerte, de la «Pelona», que no termina y…; la vida no vale nada, no vale nada la vida…

… Cito, seguido, a Walter Benjamin, la tesis X, de « Sur le concept d’histoire », de Écrits français:

«Hay un cuadro de Klee intitulado Angelus Novus. Vemos un ángel que parece alejarse de algo, a lo que su mirada permanece puesta. Sus ojos están exorbitados, su boca abierta y sus alas desplegadas. Tal deberá ser el aspecto que presente el Ángel de la Historia. Su rostro está vuelto hacia el pasado. Ahí, a donde nuestra mirada se dirige, parece que se suceden una serie de événements. No hay otro que uno que se ofrece a sus miradas: una catástrofe sin modulación ni tregua, amontonando los descombros y proyectándolos eternamente ante sus pies. El Ángel querría bien inclinarse sobre ese desastre, curar las heridas y resucitar a los muertos. Pero una tempestad se ha levantado, viniendo del Paraíso; ella ha inflado las alas desplegadas del Ángel; y él no consigue más replegarlas. Esta tempestad lo lleva hacia el porvenir, al cual el Ángel no cesa de darle la espalda mientras que los descombros, frente a él, se elevan hacia el cielo. Damos el nombre de Progreso a esta tempestad.» (2)  Esta tesis es, sin duda, una alegoría de la historia en tiempos catastróficos que…

III

Vivimos en la «sociedad gestionaría», mundial, del Ground zero –WTC 9/11…; Sa Majesté la terreur, L’homme qui tombe…, que no admite ningún límite, y no se detiene en cuestiones de tradiciones culturales ni ideológicas, ni mucho menos éticas. No hay más que un pasaje peligroso, una especie de brecha - ¿imaginaria, fantasmática que…? Y la paranoia que…- que separa, en cada instante, la destrucción real, efectiva, de lo que tiene, aún, de la pura virtualidad: la catástrofe ha ocurrido, y ella se produce continuamente, no cesa, pero ella es sin cesar remitida a otro tiempo; el apocalipsis now ocurre en cada instante, el fin no tiene fin y...  Ground zero devorá todo, objetos, bosques, animales y seres humanos (3); se retroalimenta…, produce mismo las catástrofes y… ; los humanos devienen las escorias, los residuos, lo desechable  de un proceso que no tiene fin y… ; hay como un « vaciamiento de  basura » (más aún con los nacimientos in vitro, el genoma  y los descubrimientos últimos…, en el ADN, su  estructura…, lo humano completamente prescindible y… ; Animals  farm, Brabe new world…), virtual, que planea sobre nuestras cabezas y…, y todo eso tiene que ver con el bio-poder y las bio políticas, del capitalismo global, en… (y el crimen engloba todo lo que existe y su banalización se ha…, ¡la realidad es el crimen!), y, esto, no sólo en « tiempos de desastres » ; la sociedad gestionaria, mundial, tiene, comparte, la misma orientación bio política que el Estado nazi: la creencia en una humanidad biológica, lo que Foucault llama l’« homme -espèce », y… (4); el espacio bio-político si ha existido (ahí están los campos de exterminación, Auschwitz, Buchenwald…, la « Solución final »que…), y existe, actualmente, en los campos de retención, de encierro de migrantes , y muros fronterizos (y otros que…) de…  La sociedad gestionaria -en esta «última fase» del capitalismo- no ha salido de ese «horizonte bio-político», después de la Segunda Guerra Mundial y…, l’état d’exception.... Pero, en el centro de la devastación misma, del desastre mundial, puede producirse el cambio, inesperadamente…; lo indemne que surge, en cada instante (que se halla en todas partes y en ninguna y que…; el azar, lo aleatorio juega su papel en todo esto), y que en el punto de inflexión alcanza, se aferra a lo que preserva la… Lo que se cierra y lo que se abre; devastación y preservación, ¡cómo dos posibilidades de la même «Chose» (misma «Cosa») !

IV

 …estamos, vivimos, inmersos en el tiempo, en el tiempo nos acordamos de las cosas; pero también en el tiempo libramos un combate que nos puede llevar a sucumbir. En Poésie et Révolutión, Walter Benjamin constataba, después del armisticio de la Primera Guerra Mundial, que los combatientes volvían del frente, «no mucho más ricos sino, más empobrecidos de experiencia comunicable»; en este sentido, parecería vano esperar que la novela pudiese revivir una experiencia, darle pleno sentido, esto sobre el plano histórico. No es ésta en realidad su función; ella puede ser testimonio de la desaparición de la experiencia histórica (15); o, de la «experiencia de choc» que ya constataba en su tiempo Baudelaire (16). Esto en lo que concierne a la crítica de la novela y a la memoria de la humanidad.

En Les Somnambules, Herman Broch cuenta el caso del soldado Ludwig Gödicke; que lo sacaron de una trinchera con la boca abierta, repleta de tierra, como si hubiese querido gritar; los médicos lo habían salvado; pero, durante todo un periodo, no hacía más que gemir de dolor; después, los gemidos se extinguieron poco a poco; hasta que, en días posteriores, estallaron de nuevo, con una intensidad reforzada. Parecería ahora -o, podemos imaginar que era así, nos dice Broch-, parecería que Ludwig Gödicke, no recobraría los fragmentos de su alma sino uno a uno, y que cada uno de ellos, le llegaría trayéndole una ola de sufrimiento. Y podemos bien admitir, aunque no podamos probarlo, que los sufrimientos de un alma dislocada en átomos y reducida a polvo, y que está obligada a recuperar su unidad, sobrepasan todo otro tipo de sufrimiento, que el mismo es peor que los sufrimientos del cerebro, que es recorrido por ondas convulsivas constantemente renovadas, peor que todos los tormentos corporales que acompañan ese proceso (17). Sin embargo, en el tiempo histórico, que es otra forma de hacer ficción la realidad, no existen fisuras, ni brechas ni paréntesis; se vive en el continuum du temps, que viene de atrás y va hacia adelante (18). He citado el pasaje de la novela de Broch porque vivimos tiempos de extrema fragilidad y…

V

El filósofo italiano Giorgio Agamben toma, en uno de sus últimos libros (2), a un personaje de la comedia napolitana, que se expandió en el arte, el Polichinelle, y que proviene de la historia en tiempos de desastres, tiempos de mutaciones inquietantes, épocas des tournants historiques (la caída de la República de Venecia, en tiempos de Tiepolo, la guerra de España, la ascensión del nazismo, las dictaduras del…)

Desde el momento que entré a la sala de la biblioteca de la embajada de Argentina -6, rue Cimarose, 16ème Arrondisement. de París- las esculturas del artista argentino Juan Ignacio Valenzuela, en su exposición intitulada « Allégorie »(*), sentí que me interpelaban; las más que presentan una suerte de autómatas (la llave, que les da cuerda a sus figuras, se halla ahí, en sus espaldas; lo cual hizo que surgiese la cuestión sobre la libertad de sus personajes alegóricos) en lo alto de sus « estructuras », como asomándose al vacío; personajes invisibles como en « La Fortaleza » (es el título de una de las piezas) o en frágil equilibrio –en « Cíclico », « Instinto », « El abrazo »…, todos de su Serie Alegoría. Éstos, indistintos, talvez pertenecientes a un «castillo kafkiano», en tensión abismal, como si se sorprendiesen (o nos sorprendiesen…), en un instante, antes de la caída; y, al mismo tiempo, como si la rueda continuase girando, «Cíclico», en la tensión de «ese equilibrio», inestable, ellos permanecen como el « Polichinelle trapecista » (1797-1804; scène 46), obra de  Giandomenico Tiepolo (1727-1804); éste en el momento de la « caída ». O, quizás, «un funámbulo que anda (marche) sobre una cuerda inexistente; él se mueve libremente, con su torpeza insistente “gaucherie ardue”, disciplinada, acrobática, en el espacio que se abre entre ellos y más allá de ellos» (3), anota Agamben.

Obra plástica toda ésta, de J.I. Valenzuela, «política», en estos tiempos de caos, de crisis permanente, de desastre, que expresa el coraje del artista; hay, pienso, una parte que «aparece» como si estuviese sumergida (me viene a la memoria la «teoría del iceberg», de Hemingway), en la oscuridad de lo que aconteció, de los événements que marcaron la historia de los países del Cono Sur, del continente americano, en las últimas décadas del siglo pasado. Se trata, pues, de las «resonancias alegóricas» -W. Benjamin hablaba, en lo que respecta a su concepción de la alegoría, de «constelaciones dialécticas»: Ahí donde el pensamiento se detiene en una constelación saturada de tensiones…; esto es de imágenes sorprendidas, en su movimiento dialéctico, en el acto en que se detienen (Stillstand) - de su obra, en la que el vacío se halla muy presente; lo cual crea una tensión, la del vértigo de la caída que sorprende e interroga al espectador.

(*)

Port-Bou, «último» punto de frontera –Walter Benjamin (26 de septiembre, 1940)

En los trenes que recorrían esa parte de Europa en guerra (1936-39) -la península ibérica bombardeada, 1937 (Guernica,…), por  la aviación alemana, de la « Legión Cóndor »; y los soldados republicanos que intentaban cruzar la frontera francesa (sufriendo la humillación de la derrota, y las injurias, empujones e incluso culatazos de los gendarmes franceses)-, la estación de Cerbère (como « Cerbero », el can de siete cabezas que vigila la entrada del Hades; su nombre ya era un maleficio de la suerte), es casi un símbolo (4), que quitándole el velo au réel ponía de manifiesto la insignificancia de la existencia humana.

En movimiento inverso -en esa red de ríos que son los trenes nocturnos- había llegado Walter Benjamin a Port-Bou (en ese su último viaje insomne), en 1940, huyendo de la persecución nazi, después de las «leyes de Núremberg», con una maleta negra (no era una de las «valises portatives » de Marcel Duchamp, pero portaba documentos importantes que W. B. quería salvar de la catástrofe europea, su catástrofe y la de todo su mundo, como la de Stefan Zweig). Llegó hasta allí; pocos días después, un mes de octubre, se suicidaría tomando no sé cuántas pastillas de…

El azar, su mala suerte, que él se la representaba como un enano jorobado que lo… ; de ahí todo se desliza entre sombras y… ; como si se encontrase perdido en los subterráneos de… ; él que presintió (su experiencia, de esos últimos años de vida, lo manifiesta) la desmesura destructiva y criminal del siglo XX, atravesado por «champs de forces», tan poderosas como las que rigen el cosmos; …en esa larga noche que no tiene fin y… ; y esa era la larga noche de Europa, « cruzada de largos trenes siniestros, de convoyes de vagones de mercancías -escribe A. Muñoz Molina- o ganado con las ventanillas clausuradas, avanzando muy lentamente hacia los páramos invernales cubiertos de nieve o de barro, delimitados por alambradas y torres de vigilancia. » (5)

(Serge Personne, Rev. «Siete culebras», N° 36, Cuzco-Perú, 2007).

VI

Con el genoma, la bio política de los campos de exterminación nazis -la selección, en Auschwitz o en Buchenwald, de los prisioneros: útiles para el trabajo-esclavo, para experimentos «científicos» y para los baños y camiones de gasificación o los hornos de…- aparecería como un anacronismo; Adolf Hitler, sin embargo, ha sido un «precursor» para someter a los hombres a una dependencia total, como lo pensaba Lacan (5). Meses después de la Reichskristallnacht (la « noche de los cristales rotos », bajo el Tercer Reich)- a finales de la década del 30 (en junio de 1939)-, Hitler se había referido, explícitamente en dos ocasiones, sobre el destino  de los Jews de Europa: informa al Ministro Checo de relaciones exteriores de su intención de acabar con los judíos; y también en una breve nota del  Reichstag « profetiza » que « si los financistas internacionales judíos, de dentro y de fuera de Europa, tienen éxito en hundir las naciones  europeas  en la guerra mundial, entonces el resultado no será la bolchevización del planeta y la victoria de la judería, sino ¡la aniquilación de la raza judía toda en Europa! » (6) Little, Les Bienveillantes…, pp 41-42 (Meyronis)…  Establecía, ya, el vínculo entre el genocidio y la conflagración que arrasaría Europa. Casi nadie lo entendería, de hecho, pese a los abundantes signos (7) que…

En la sociedad gestionaria, actual, la naturaleza humana misma se ha convertido en una presa; todo lo que existe «evalúa» -fuera de la Historia y del humanismo (…depuis que l’humanoïde se produit comme cadeau fait à LA mort.) - hacia la aniquilación: la vida misma en tanto que tal, se convierte en objeto de predación; lo que engloba, en suma, todo lo vivo, los seres todos. Con las pandemias, el «Covid-19» es una más (ha habido ya, y vendrán otras, «Ratvid-61» …, que…), al romperse los equilibrios vitales, las «fronteras virales» entre lo humano y lo animal, se ha puesto en peligro la existencia misma del humano, con lo que se universaliza el «principio de la muerte». Lo demás, con la cibernética (el genoma, la colonización, el poder destructivo nuclear…) se convierte en asunto de «pura gestión» de políticos, militares, científicos, médicos, hombres de negocios, y de las masse-media, etc.; y, ahí, hay que «situar» (¿lo inubicable que…?), creo, el recurso al État d’exception, contra la sociedad civil misma. El bio poder omnipotente, hoy toma la vía del poder cibernético; y la sociedad gestionaria se atribuye el acceso instantáneo a todo, y a la disposición, instantánea, de cada sujeto, de los individuos todos regulados, mejor «normalizados» (Meyronnis, p. 120), instantáneamente, a la escala planetaria (lo que ha hecho posible la integración en redes …; las cartas biométricas, brazaletes, clandest…, mi vida la dejé…, entre Celta y Gibralt…, soy una raya…, cámaras de vigilancia y…). Así, la «especie humana» (que jamás ha existido y…, seulement maintenant…) -y que, se suponía, tenía un estatuto aparte, ésto en el pensamiento Occidental (sobre todo el de la «modernidad»: derechos humanos, democracia…)- deviene « réalité biopolitique » (8) global; después del 11/9, Ground-zero, el «  Pre-te(x)to » de…, era el terrorismo, hoy « Cov…, mañana qué..., ¿« Ratvid-61 »?. It’s a man’s World, man’s, man…, but it’s nothing, nothing…; ¡On ne veut pas de ça (…de eso, de «esa cosa»), on ne veut plus et…, «esto si ta bueno ya/ pronto, pronto…» (H. Fiol); al ataque, y síganme los Mal…!

VII

(La parte sumergida del iceberg que…; todo lo que sigue…; y VIII-X)

La creencia de que era de hacer un nudo, valiéndose de la brujería, para amarrar el amor, viene de la Edad Media; solo Eros puede poner en fuga al miedo, para enfrentar el Espanto, a la Gorgona; es el «cuerpo amoroso», un corps subtil (es imposible fijarlo en una imagen) el que hace posible eso. De ahí que se abalicen los cuerpos, la sexualidad, por todos los medios (la pornografía es el más expandido en Occidente, la tortura, la violación…; la literatura moderna y posmoderna está llena de…; la saga Millenium y otras, casi todo Houellebecq, excepto…, que corresponde a…; la apatía y la frustración recorren las páginas de…), para que Eros atado, encadenado, sirva a la «Dama de negro», a la «Señora muerte». La mercantilización del sexo, y ¡cómo !, absorbes-y encierra el deseo, en ratoneras, antes de destruirlo, borrarlo en trajines impotentes; el acceder al amor, como puro acto libidinal, se convierte en frustración, en esterilidad tardía que desemboca en compulsión asesina (¿la muerte que sustituye à la juissance, o se fusionan? Verdugos y víctimas que…; resentimiento, con respecto a la vida y odio de si mismo para hundirse en la crueldad sin límites que… La part de l’Ombre, la parte maldita que…, infernal). Ante «el deseo que cae en catalepsia, la crueldad se convierte- sostiene Meyronnis- su principal tonique –se le remonta con el espectáculo de la tortura, se le dopa hundiéndolo en la perversión» (9).

… El cuerpo que concede al amor es un corps événementiel (10), no es el cuerpo de la pornografía, ni del puro acto libidinal; ni mucho menos el cuerpo anatómico, biológico, que es todo lo que conoce la ciencia, ya que ella lo manipula a voluntad, y solo discierne en él el reflejo de sus operaciones. La eficacidad, siempre, de éstas, hace que ella crea que dicho reflejo imita la consistencia de un bloque, bien que no sea más que un espejismo. «Sin embargo, la corporeidad amorosa revela otra cosa: la divinidad del cuerpo humano; la presencia, en él, de una geografía sagrada. Il n’y a pas d’etreinte sans théophanie (no hay abrazo sin teofanía). Así, para los taoístas, el cuerpo es una montaña de soplos, poblada de dioses, sometido(a) a permutaciones continuas. Y el «apareamiento» (accouplement), para los cabalistas, una puesta en contacto de letras, que componen el Nombre divino» (11). El amor abre a lo imprevisto, el amor es un milagro; un puente que hace posible el pasaje de lo sensible a lo supra-sensible. Al(l)-Chemy…, down the Telegraph Road -down by the river, soul sacrifice (with a little help of my…-, del río de las calles que…

El amor como événement, siempre inesperado, como « réel impossible » (A. Badiou) que…; por eso el poder y las religiones que…; los monoteísmos que, empeñados en encadenar a Eros,..., siempre han tenido…; ya desde Platón…¿Con Platón « comienza » La Cosa (o, mejor, con el « platonismo » y su Re(s)-pública, en Occidente)? ; pasa, después, al cristianismo… Nietzsche decía que éste « le había puesto un veneno a Eros » (12). Friedrich N.  con todo eso del « Súper Hombre »…, un « anacronismo » (tanto como lo de la « nueva raza », de los ideólogos nazis; aunque el « vaciamiento » de…, la « evacuación » de… ; las pandemonios…, el genoma, la clonización…, en suma la « bio política global », la « factoría planetaria » de la muerte, a pleno régimen con el « Covid…) ; y ya en pleno delirio…, sobre todo en su… -el periodo de su crisis, poco antes de… ; su locura en una calle de Turín, abrazando un caballo que…, su… (ver el film La Tempestad, la tormenta de nieve que no…, y los únicos sobrevivientes que…)-, pero él había visto y veía, con  extrême lucidité lo que ocurría con…, le nihilisme, en su tiempo…, y más, aun lo que… «Au cœur du  nihilisme européen, devenu planétaire, le regard brûlant de Nietzsche avait décelé, sostiene Meyronnis, autre chose que la simple « croyance que tout mérite de disparaître ». Avec le nihilisme, disait-il, « on met la main à l’œuvre, on disparait ». Ligne de faîte du ravage, continúa Meyronnis, l’évacuation s’avère une possibilité vertigineuse, irreductible à telle ou telle procédure d’anéantissement, nucléaire où biologique. Quand il ne le réduit pas à une insignifiance, le nihilisme envisage le vide par contraste avec ce qui est. Il en fait le terme d’une alternative.
Et là, danger!» (13; continuación de la cita, pp. 127-128)  
Traduzco:

 (*)

« Tout à coup, dans un demi -sommeil -écrit Philippe Sollers-, l’action fulgurante d’un big-bang, explosion…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………. » (Ph. Sollers)? (Cit. F. Meyronnis, véase pp. 131-133; Traducc., a pie de página…)

Bardo Thödol …  (Meyronnis, pp. 176-177)?

… y también traduzco, seguido, fragmentos, casi finales - ¡De l’extermination considérée comme un des beaux-arts, el libro de François Meyronnis-, sobre el Bardo Thödol, el libro tibetano de los muertos que nos…, sur l’Amour, el terror…, el corps sans organes (A. Artaud) y el salto (bout «hacia» …) para no…, y estar a la altura de l’événement!:

« L’amour met en échec la terreur. Là où une puissance de…

…A travers sa faille, l’émiette. »

Mario Wong, escritor peruano

París-Montmartre, 9-21 abril del 2020.

(Le 25/ 27 & 29/31 Avril ; après…)

Notas:

(1) ///

(2) W. Benjamin, Écrits français, París, Éds. Gallimard, 1991, pp. 343-344; la traducción es mía. Cito, seguido, la tésis en francés: « Il y a un tableau de Klee dénomé Angelus Novus. On y voit un ange qui a l’air de s’éloigner de quelque chose à quoi son regard semble rester rivé. Ses yeux sont écarquillés, sa bouche es ouverte et se ailes sont déployées. Tel devra être l’aspect que présente l’Ange de l’Histoire. Son visage est tourné vers le passé. Là où à notre regard à nous semble s’échelonner une suite d’événements, il n’y (en) a qu’un qui s’offre à ses regards à lui: une catastrophe sans modulation ni trêve, amoncelant les décombres et les projetant éternellement devants ses pieds. L’Ange voudrait bien se pencher sur ce désastre, panser les blessures et ressusciter les morts. Mais une tempête s’est levée, venant du Paradis; elle a gonflé les ailes déployées de l’Ange; et il n’arrive plus à les replier. Cette tempête l’emporte vers l’avenir auquel l’Ange ne cesse de tourner le dos tandis que les décombres, en face de lui, montent au ciel. Nous donnons nom de Progrès à cette tempête. »

(3) Ahora recuerdo que, cuando era adolescente, vi Little big man, una película con Dustin Hoffman -el mismo de «El graduado», «Perros de paja», «Maratón» …-, y hoy me viene también a la memoria la carta del gran Jefe Seatle (swamish), al presidente USA, Franklin Pierce (1854, poco después de la batalla de…) antes de que encierren a su tribu en una de las tantas reservas (en ese ineluctable avance del «progreso», de la modernidad que…).

(4) Véase François Meyronis, De l’extermination considerée comme un des beaux-arts, Paris, Éds. Gallimard, L’Infini, 2007, pp. 110-111. Cito, más adelante, p. 121:

«De la extermination nazie, aucune « race » nouvelle n’est issue. Ce que la Shoa entame, c’est plutôt un anéantissement complet. Son carnage de masse, effectif mais fragmentaire, sert de préambule à l’annihilation intégrale, encore que pour l’instant virtuelle, du vivant.

En ce sens, qui échappait aux nazis eux-mêmes autant qu’aux Américains et aux Soviétiques, la « Solution finale » n’a pas cessé en 1945 -aussi scandaleux soit-il de le dire avec netteté : elle est en cours ».

(5) Ob. Cit., p. 116: « Profondément périmé, ce volontarisme d’éleveur de bétail -on est aujourd’hui capable de concevoir un façonnage biologique qui agira directement sur le génome ; un tri génétique d’une précision telle que la « rampe » d’Auschwitz apparait avec le recul comme une insanité à la fois criminelle et minable. Non, ce qui a eu lieu ne se reproduira pas. Par-là, je veux dire dans les termes où l’a connu. Mais l’emprise biopolitique, elle, se perpétue- avec pour visée de soumettre les hommes à un état de dépendance totale. En cela, Hitler fut bien, comme le pensait Lacan, un « précurseur ». 

(6) D.G. Williamson, The Third Reich, Great Britain, Pearson Education Limited, 2002, p. 70 (véase, también, « Document 31: Hitler threatens the Jews with annihilation. », p. 157.

 (7) F. Meyronnis, Ob. Cit., pp. 114-117. Sobre la «doctrina» racista nazi cito, otra vez, inicio p. 116: « Dans une large mesure, la doctrine nazi ressortissait à un messianisme scientiste. « A l’heure où nous sommes -disait Hitler à Hermann Rauschning- toute politique qui n’a pas une base biologique ou des buts biologiques est une politique aveugle. » Partir des races et de leurs luttes, comme d’un préalable, voilà pour un tel pyromane le fil conducteur ; même s’il ne semble pas avoir cru à leur existence effective, mais plutôt aux moyens de produire une à travers le chantier grondant de la mort. » Meyronnis es coanimador de la revista Lignes de risque.

(8) Véase F. Meyronnis, Ob. Cit., pp. 125-131.

(9) Ob. Cit, p. 154.

(10) Sobre esto véase, también, Alain Badiou, A la recherche du réel perdu… y Giorgio Agamben,…

(11) Ob. Cit., pp. 174-175.

(12)    //

 

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J’aime beaucoup votre blog. Un plaisir de venir flâner sur vos pages. Une belle découverte et un blog très intéressant. Je reviendrai m’y poser. N’hésitez pas à visiter mon univers (lien sur pseudo) Au plaisir.
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