"Instrucciones para matar un caballo" du poète mexicain Manuel Becerra Salazar
*Le blog de Vericuetos a le plaisir de vous proposer les extraits de recueil "Instrucciones para matar un caballo" du poète mexicain Manuel Becerra Salazar
*Traduit de l'espagnol par le poéte belge Harry Szpillman*
1.
Un par de ángeles entre las redilas eran los caballos que transportaba el vehículo de carga: un barco por las calles mal empedradas.
Al alejarse, un hombre detenido piensa en el pelaje gris de uno de ellos, en la tristeza de sus ojos y en la callada música de su sangre.
Piensa en el destino de su cuerpo oscilando en el matadero como una espada de Damocles en torno a la cabeza del ser humano,
porque es difícil imaginarlo en las montañas y es imposible verlo con la niebla en las pistas circulares.
—Quien odia a los hombres ama a los caballos—.
Al doblar la calle, el hombre pobre y desnudo de caballo piensa en su viejo paraíso.
1.
C'était un couple d'anges enfermés dans l'enclos ces chevaux que transportait le véhicule, bateau allant par les rues mal pavées.
Tandis qu'ils s'éloignent, un homme à l'arrêt songe au pelage gris de l'un d'eux, à la tristesse dans leurs yeux, à la musique silencieuse de leur sang. Il pense au destin de leur corps oscillant à l'abattoir comme une épée de Damoclès à l'entour d'une tête d'homme - parce qu'il est maintenant difficile de les imaginer dans les montagnes et de les voir dans le brouillard sur les pistes circulaires.
Qui déteste les hommes aime les chevaux.
En tournant au bout de la rue, l'homme pauvre et dénué de chevaux ne peut s'empêcher de songer à un paradis ancien.
2.
En la penumbra del cuarto vive un caballo. Si duermo, lo hago con una lámpara encendida en la sangre.
Delinea el contorno de la mano gitana en cuyas líneas aparece su nombre.
La nevada que sepultara a ese país que nació contigo y conmigo, 2011, revienta en sus párpados.
Sus cabellos inasibles, humeantes como el hielo, se mueven apenas entro al sueño como un pie que advierte el agua fría de un estanque y retrocede.
Para sus pezuñas que rozan el sonido de las castañas, la hostilidad de los herreros.
Para las manos de las madres inclinadas sobre los azulejos, la ternura de los caballos.
2.
Dans la pénombre de la chambre vit un cheval. Je ne peux dormir qu'avec une lampe allumée dans le sang.
Le cheval esquisse le contour de la main gitane dans les lignes de laquelle apparaîtra son nom. La neige qui ensevelira ce pays né avec toi et moi en 2011, éclate sur ses paupières. Sa crinière, insaisissable et fumante comme de la glace, se meut aussitôt que je pénètre dans le sommeil tel un pied tâtant l'eau froide d'un étang et se ravisant.
Pour ses sabots frôlant le son des châtaignes, l'hostilité des forgerons ; et pour les mains des mères penchées sur les azulejos, la tendresse des chevaux.
3.
El caballo abriga entre las vértebras una caja de ritmos, la vida por las venas de su cuello.
Su pulso atemperado es un ave que agoniza.
Sueño a veces con los licores en movimiento de su pelo de mujer japonesa.
La sangre templada por sus músculos es Julissa cuando viste un traje sastre por las oficinas.
La pesadilla sucede a la velocidad de los caballos.
Uno sueña, por ejemplo, a un equino con los ojos vendados yendo hacia una rompiente
—Ni su alma de ángel evita que se estrelle contra el rumor de la espuma y la grava—.
Después vemos a un hombre que lima el cuerno dirigido al cielo de todos sus caballos.
Los lleva a trotar para destruir el sitio de las flores y les concede las hojas esmaltadas,
la corteza de los árboles para tallar su trasero contra los líquenes.
3.
Le cheval abrite une boîte à rythmes entre ses vertèbres, la vie fluant par les veines de son cou. Son pouls tempéré est un oiseau qui agonise.
Parfois je rêve des liqueurs en mouvement de sa chevelure de femme japonaise. Le sang tiède dans ses muscles, c'est Julissa quand elle revêt un tailleur de bureau. Le cauchemar se produit à la vitesse des chevaux.
On rêve, par exemple, d'un cheval allant les yeux bandés droit au brisant - pas même son âme d'ange ne lui évite de s'écraser contre la rumeur de l'écume et du gravier - Ensuite, nous voyons un homme limer la corne dressée vers le ciel de tous ses chevaux.
Il les emmène trotter pour détruire la terre des fleurs, ne leur concède que les feuilles émaillées, l'écorce des arbres pour frotter leur derrière contre les lichens.
***
Nebulosa cabeza de caballo
Mientras el carnicero prepara la escopeta y hace un viento frío en los establos, dispara después
contra el cráneo provisto de recuerdos,
y corta la mandíbula en el aire
y deslía el rostro del cuello
—ninguna calavera tan asombrosa como esta— el caballo jamás cierra los ojos.
Tiene un cartílago nervioso
para mirar bajo el agua.
Son sus ojos de pez agonizante,
que no se cierran como los de los muertos, mientras separan la mandíbula de su cuello y ven con un revolver en el centro
el establo partido a la mitad
y permanece un viento frío en la sala.
Percibe el vendedor de carne solo
a estas alturas la luz masiva de la sangre, las pezuñas temblando
contra los mármoles de sí mismo.
Sabe que está ya lejos como un mártir
—es imposible aniquilar un símbolo—
y mira sin asombro la cabeza del caballo
que nunca se ha movido de su sitio en el cielo.
Nébuleuse tête de cheval.
Tandis que le boucher arme son fusil
et qu'un vent froid traverse l'étable,
et qu'ensuite il tire sur le crâne
plein de souvenirs,
et qu'il découpe dans l'air la mâchoire
et qu'il détache le visage du cou
nulle tête de mort aussi stupéfiante que celle-là
le cheval jamais ne ferme les yeux.
Il possède un cartilage nerveux
pour voir sous l'eau ;
ce sont ses yeux de poisson agonisant
qui ne se ferment pas comme les yeux des morts
pendant que l'on sépare la mâchoire du cou
et qu'avec un revolver on regarde au centre
l'étable coupée en deux
et que s'attarde un vent froid sur les lieux.
Ce n'est qu'à ces hauteurs que le vendeur de viandes
perçoit la lumière massive du sang
et les sabots tremblant
contre les marbres du cheval.
Il le sait déjà loin, tel un martyr
il est impossible d'annihiler un symbole
et sans étonnement regarde la tête de cheval
qui jamais n'a quitté sa place au ciel.
Nació en Ciudad de México en 1983, poeta. Es autor de Cantata Castrati (Colibrí, México, 2004. Segunda edición, Colibrí, Colección As de oros, 2006), Los alumbrados (Estado de México, 2008); Canciones para adolescentes fumando en un claro del bosque (Universidad Autónoma de Zacatecas, 2011), Instrucciones para matar un caballo, (Conaculta/FONCA, 2013) y La escritura de los animales distintos (próximo a publicarse). Ha sido galardonado con el Premio Nacional de Poesía Enrique González Rojo Arthur 2008, el Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde 2011, el Premio Nacional de Poesía José Francisco Conde 2013 y el Premio Nacional de Poesía Enriqueta Ochoa 2014. Ha colaborado para varias revistas de México y del extranjero y ha sido invitado a encuentros internacionales en La Habana, Cuba en 2007; en Japón, 2011 y en Canadá en el año 2015. Obtuvo la beca Artes por todas partes de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México por los proyectos de Spoken Word, “Los alumbrados” y “Sinfonía de cabaret” en 2006, y la Beca para formación de jóvenes escritores de la Fundación para las Letras Mexicanas en la especialidad de poesía durante el periodo 2009-2010.